Josep Santacreu

Carbonell regresa a la institución que dirigió durante 19 años tras la destitución fulminante de Eva Borràs, que ha dejado vacante un puesto clave en el día a día de la Cambra. En un momento, además, en el que la entidad afronta grandes desafíos como el reflotamiento de su situación financiera y la elaboración del (enésimo) borrador de la ley de cámaras.

La llegada de Carbonell taponará en cierta medida la salida de Borràs mientras se busca a un sustituto. Está bien buscar ayuda en voces autorizadas, pero de nuevo el presidente de la Cambra juega al escondite. ¿No hubiera sido mejor reconocer que Carbonell ha vuelto a casa? Esta opacidad empieza a cansar a propios y extraños.