Víctor Francos

El esfuerzo del presidente del Consejo Superior de Deportes y secretario de Estado para solventar la gigantesca tormenta suscitada en el fútbol femenino a raíz de la inaceptable actitud del ya expresidente de la Federación Luis Rubiales ha sido palpable, con un traslado de urgencia y una reunión que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Pero pese a los avances anunciados y los futuros ceses que se avecinan, la sensación es que la crisis se ha cerrado en falso. La renuncia de las futbolistas Mapi León y Patricia Guijarro a seguir en la concentración del equipo nacional así lo atestiguan. La intervención del CSD ha sido tardía y su tibia reacción cuando sucedieron los hechos ha podido condicionar su papel en todo este embrollo.