David Bondia
El Síndic de Barcelona ha emergido en la crisis okupa de la Bonanova, cosa comprensible y esperable por el cargo que desempeña. Que reclame la coordinación de las Administraciones Públicas con competencias en el territorio para recuperar la paz social en el barrio y desinflamar el conflicto con las dos casas allanadas es una demanda básica.
Con todo, esta defensa de la ciudad y de sus barrios no debería implicar la justificación, aunque sea velada, de los okupas que están en los dos inmuebles de Sareb. Su actividad es ilegal y eso a nadie se le debería pasar por alto, por mucho que Desokupa quiera aprovechar el conflicto en beneficio propio y amenace con un desahucio privado que, de ejecutarse, también se realizaría al margen de la ley y se podría penar. Se trata de cuestiones complementarias.