Marta Rovira
Ahora se entiende mejor la resistencia de Marta Rovira a volver a España. La Audiencia Nacional la considera como uno de los presuntos cerebros de Tsunami Democràtic, la plataforma encargada de azuzar el activismo independentista tras las condenas a los líderes del procés en 2019. Una herramienta digital anónima que dio pie a sabotajes como la toma del aeropuerto de El Prat, cortes de carretera y graves disturbios en Barcelona. El delito que se puede imputar a la secretaria general de ERC es superior al que se le atribuye por la organización del referéndum ilegal de secesión del 1-O de 2017, que no pasa de desobediencia.