Clara Ponsatí
No deja de resultar curioso que una de las dirigentes que más prisa se dieron en hacer las maletas y fugarse al extranjero para evitar ser juzgada por el golpe secesionista de Cataluña en 2017 presuma ahora, tras verse beneficiada por las rebajas penales impulsadas por el Gobierno español, de que volverá a España sin presentarse ante el Tribunal Supremo.
Se trata de la exconsellera de Educación de la Generalitat, Clara Ponsatí: la misma que, al mismo tiempo que ha reconocido que el procés fue "un farol", no se ha cansado de aplaudir los disturbios nacionalistas de Cataluña de los últimos años, hasta el punto de sugerir que los jóvenes deben dar incluso la vida por la secesión.
Ahora, la en su día máxima responsable de las políticas educativas del Govern presume de que volverá dando plantón a la justicia. Otra soflama cargada de retórica vacía, visto su historial: no sólo porque ahora sólo se la podría procesar por desobediencia --lo cual puede conllevar pena de inhabilitación y multa, pero no de prisión--, sino porque, gracias a su condición de eurodiputada de Junts, dispone de inmunidad parlamentaria. En definitiva, otro gesto de cara a la galería por parte de quien, al mismo tiempo, exige irresponsablemente supuestas heroicidades patrióticas a sus correligionarios. A buen seguro, no se apartará de lo que le recomiende su abogado.