Pedro Sánchez
El Gobierno ha decidido en la última reunión del Consejo de Ministros ampliar las ayudas destinadas al PERTE del vehículo eléctrico y conectado con el fin de reforzar su apoyo al proyecto presentado en su día por el grupo Volkswagen junto a su filial Seat. Sin duda, una decisión loable, que contribuye a allanar el camino de inversiones de presente y futuro que crean riqueza y empleo, pero que quedan con demasiada frecuencia en los papeles, toda vez que los fondos no terminan de llegar o lo hacen demasiado tarde. Las intenciones, las buenas especialmente, son siempre bienvenidas pero no son la gasolina que mueve el motor de la economía (valga el símil para el caso de la automoción), con lo que los esfuerzos que se ponen en sacarlas adelante deberían tener su continuidad en que el dinero llegue a su destino en tiempo y forma.