Janet Sanz
La reforma de la Rambla Fabra i Puig tiene como objetivo mejorar una de las principales arterias comerciales y ciudadanas del barrio de Sant Andreu de Barcelona. Con todo, lo que apunta a ser una falta de comunicación exacta de las actuaciones que se han realizado y que causan no solo las molestias habituales de proyectos de este perfil, sino de cambios de calado en los restauradores (aseguran que tendrán que gastarse 6.000 euros en cambiar las sombrillas de las terrazas), ha generado de nuevo malestar en una zona que aún tiene grabado a fuego el fracaso de la recogida de basuras puerta a puerta, un servicio que consideran que les ha sido impuesto por parte del Ayuntamiento de Barcelona.