Anthony Cormann
En su primera visita oficial a España como secretario general de la OCDE, Anthony Cormann ha instado al Gobierno a tomar medidas de carácter urgente para proteger de las tensiones inflacionistas a los consumidores. En el plano energético, la sugerencia del organismo multilateral consiste en elevar la carga fiscal a las compañías eléctricas para obtener ingresos extra con los que paliar el impacto de la subida de los precios mayoristas en el recibo. El argumento empleado por Cormann es el incremento que las subidas de precios generan en los resultados de las empresas del sector, que ha cifrado en 200.000 millones de euros.
Una intención loable la del mandatario, pero cuya eficacia en la realidad queda en entredicho por un probable escenario en el que las empresas terminarían por hacer repercutir esa subida en los precios que cobran a sus clientes, con lo que el efecto en el recibo sería igualmente alcista.
Cormann ha mencionado ejemplos de países que ya han optado por este camino, como Italia y Rumanía. Sin embargo, no ha sido precisamente la opción mayoritaria en Europa, donde las primeras medidas de los Ejecutivos han ido más encaminadas a las rebajas fiscales generales para dar un poco más de aire a los ciudadanos a la hora de afrontar una espiral inflacionista que, tampoco cabe olvidar, la invasión rusa de Ucrania ha agravado pero que ya estaba en marcha como consecuencia de la abrupta recuperación de la crisis del Covid-19. A la hora de aportar soluciones, la OCDE debería evitar dar palos de ciego y señalar posibles culpables.