Josep González Cambray
La decisión del consejero de Educación, Josep González Cambray, de adelantar la vuelta a las aulas en septiembre es una buena noticia. Cataluña era una de las comunidades que retomaba las clases más tarde, lo que dificultaba la conciliación de las familias con hijos.
Pero una medida tan importante no puede adoptarse al margen de la comunidad educativa. La consejería ni siquiera ha sondeado a los sindicatos docentes ni a las ampas, que se han enterado de los cambios por la prensa. Es una lástima que la falta de diálogo social empañe una decisión que apunta en la buena dirección.