Oscar Pierre
Glovo, empresa que ya vale más de 1.000 millones, está llamada a adaptarse a la nueva ley rider, que entrará en vigor el jueves, 12 de agosto. La intermediaria de reparto en última milla debe dotar de legalidad la relación laboral con sus repartidores tras diversos reveses judiciales, incluido uno en el Tribunal Supremo. Ha empezado la startup catalana con mal pie, pues ha encajado una doble denuncia ante Inspección de Trabajo por, dice CCOO, hacer artimañas para negar el vínculo con sus riders.