Ada Colau
El aplazamiento de las tasas de terrazas y otros impuestos turísticos por parte del Ayuntamiento de Barcelona para ayudar a uno de los sectores más afectados por el estado de alarma es una buena medida. Pero es insuficiente.
Los restauradores de la capital catalana se sienten abandonados por la alcaldesa, Ada Colau, y le piden más medidas, como suspender los tributos --no posponerlos-- durante el tiempo que dure la reclusión para combatir el coronavirus. La edil debería escucharles.