Josep Ginesta
La intervención de la Generalitat en el conflicto de El Prat ha sido positiva. Su última propuesta, que ha sido aceptada por la empresa Eulen, probablemente será rechazada mañana por la asamblea de trabajadores. Pero ya falta menos: de los 350 euros de subida que reclaman, la empresa está dispuesta a llegar a 200.
Ssupone un paso adelante en la resolución de una crisis en las que la Generalitat debería haber estado desde el principio, dado que suyas son las competencias laborales.