Tambores de ERE en Junts
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Ya es oficial. Junts per Catalunya (JxCat) pierde la Diputación de Barcelona. Como antes ocurrió con el Ayuntamiento de Barcelona, y las diputaciones de Tarragona y Lleida. Todo ello se une a la salida voluntaria del Govern. ¿De qué vivirán ahora los neoconvergentes?
La torpeza de Jordi Turull en el diseño de su estrategia de pactos condena al partido a la irrelevancia institucional, por no hablar de la renuncia al poder territorial y a la pérdida de sueldos más que sustanciosos. El partido heredero de la todopoderosa CDC está irreconocible y hay dirigentes convencidos de que habrá un próximo ERE (Expediente de Regulación de Empleo). Algo por lo que ya pasó PDECat, otra escisión convergente.
Lo que es inminente es la destitución de históricos cargos que actualmente vivían de la Diputación. Es el caso de Antoni Molons, quien desde enero de 2022 era el gerente de la Xarxa Audiovisual Local (XAL), entidad responsable de los medios de comunicación audiovisuales dependientes de la Diputación, donde, además, trabaja Marcela Topor, la esposa de Carles Puigdemont.
Protegido por David Madí --mano derecha de Artur Mas--, Molons ocupaba el cargo de secretario de Difusión y Atención Ciudadana del gobierno presidido por Carles Puigdemont cuando se celebró el referéndum del 1-O en 2017. Fue cesado en aplicación del artículo 155 de la Constitución y, tras las elecciones de 2017, fue nombrado secretario de Comunicación del Govern y Medios de Comunicación por Quim Torra. Pere Aragonès le cesó cuando llegó a la presidencia de la Generalitat.
Ahora, el partido no está en condiciones de repartir cargos. Turull era el encargado de ello. Pero las sillas son cada vez más escasas.