Jordi Gual, despistado en el puente aéreo
Esta tarde, Jordi Gual estaba en la zona de embarque del Puente Aéreo de Iberia a Madrid de las 16.55 con su mascarilla, con traje azul, sin corbata y arrastrando un pequeño trolley. Parecía que hubiera pasado mucho más que una pandemia o medio siglo desde que fue presidente de Caixabank. Se esforzaba en saludar a varios de los pasajeros de la fila de prioridad, e incluso en entablar conversación, aunque ningún diálogo pasaba de un "¡Hola, Jordi!".
Una vez dentro de la cabina de business, más de lo mismo. Nadie se paraba ni le ofrecía una conversación mínima; educación y distancia ha sido la tónica general de todos los ejecutivos que viajaban en ese avión de Iberia a Madrid, vuelo muy concurrido de los grandes ejecutivos que acababan sus almuerzos de trabajo en Barcelona.
Los pasajeros de business eran ilustres del mundo corporativo español porque la sobrecargo ha saludado personalmente a la mitad de la cabina, siguiendo el protocolo para los que son Platino, Affinity o Singular, las tres categorías más exclusivas de Iberia Plus. Entre el pasaje estaba el expresidente de AIG Antonio Vázquez, que ni le ha saludado. Está claro que Gual es invisible en el puente aéreo, y eso por qué sera...