La Barcelona del ‘sí’
El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, manifestó en la reunión del Círculo de Economia que Barcelona es una ciudad "antipática" y "negacionista" por los repetidos rechazos de la alcaldesa, Ada Colau, a cualquier iniciativa. Desde la apertura de una filial del museo Hermitage a la ampliación del aeropuerto, sin olvidar el no al coche privado que ha implicado pintarrajear la ciudad y la ha convertido en un cúmulo de despropósitos.
Si se repasa la lista de iniciativas frustradas, también se deben tener en cuenta las que ha intentado poner en marcha el consistorio común para competir con el sector privado y que han acabado todas ellas con sonoros fracasos. Como el intento de funeraria pública (que no se puede desvincular de una gestión de cementerios que ha implicado un derrumbe de nichos por carencias en el mantenimiento), de una empresa eléctrica, la recogida de basuras puerta a puerta cuya prueba piloto se ha iniciado en Sant Andreu y ha conseguido el rechazo frontal del barrio o los referéndums --manipulados groseramente-- para intentar añadir una pátina democrática de los dos mandatos.
Parece que ha calado tanto este mensaje negacionista, que el socio de esta última legislatura, los socialistas de Jaume Collboni, han marcado perfil propio. La estrategia se inició hace unos meses y ahora han elegido un eslogan sugerente para intentar marcar distancias con el partido de la alcaldesa. El líder municipal presentará su balance de gestión de lo que llevamos de mandato bajo el eslogan Barcelona pel Sí.
El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, arropará a Collboni en la presentación de la iniciativa. Quizá en el ecuador del mandato busca abanderar un proyecto de ciudad más cosmopolita, más europea y capaz de compaginar el progreso económico y social con respeto al medio ambiente. De ello depende que gane las elecciones locales de 2023. Queda mucho para ello, pero está obligado a superar tanto a Colau, que nadie duda que se presentará a la reelección a pesar de limitar ella misma en dos mandatos el máximo que se podía estar en un cargo casi por dignidad, como a ERC. Ernest Maragall también ha expresado que quiere repetir como cabeza de lista de los independentistas. Es un candidato del siglo pasado con un perfil bajo en el Ayuntamiento. Con todo, las siglas del partido tiran e impulsan la formación en las encuestas. Quedan aún dos años.