La 'estanquera' y Carod-Rovira
El mundo independentista se nutre, como es bien sabido, de fieles devotos de la fe nacionalista. Entre ellos, lógicamente, los miles y miles de funcionarios de la Generalitat. Y aspirantes a la función pública. Uno de ellos es el sustituto veraniego de Mònica Terribas en El matí de Catalunya Ràdio, un meritorio Albert Segura que trata de ganar puntos pese a saber que el puesto no será suyo, sino de la puigdemontista Laura Rosel, descabalgada en su día de otra nómina pública, la de Preguntes freqüents (FAQS) de TV3.
Sus ansias por congraciarse con la dirección de la radio pública le han llevado a bautizar a la bandera española como la "estanquera" en alusión al diseño de las espendedurías de tabaco, insultando de paso a quienes se dedican a ese negocio. Probablemente, Segura ha oído decir que las concesiones de la venta de labores, sellos y papel oficial del Estado se concedían a gentes del régimen franquista; y de ahí que se despachara en su editorial matutino con más voluntad y empeño que gracia.
Si estuviera bien informado sabría que algunos padres de su patria han vivido de vender tabaco bajo la bandera española. Josep Lluís Carod-Rovira, sin ir más lejos, creció en un estanco de Cambrils (Tarragona) que regentaba su madre, gracias a que su marido era agente de la Guardia Civil. Es decir, que Carod estuvo pasando varias veces cada día de su infancia y adolescencia bajo la estanquera. Es cierto que ahora ha prosperado y vive en lo más pijo de Tarragona. Pero si Segura quería hacer méritos ante la dirección de Catalunya Ràdio, en manos de un hombre colocado por ERC, no podía meter la pata más a fondo que ciscándose en la familia de uno de los prohombres de la Esquerra de nuestros días.
¿O quizá era Freud traicionando al converso reciente?