La huelga que 'rompe' el Govern
Notorio malestar en el Govern. ERC reprocha el talante activista del presidente de la Generalitat, Quim Torra. No existe dirección ni acción gubernativa, admiten los consejeros de Junts per Catalunya (JxCat). En materia ejecutiva todos coinciden en que Torra es un cero a la izquierda, a pesar de que no hace más que presumir de su recorrido en la empresa privada en las reuniones de los martes.
La huelga de los médicos de atención primaria y el malestar en el sector público catalán confirman los denuestos de los consejeros de ERC y los recelos del resto, a pesar de que en Junts per Catalunya se deslizan duras críticas contra la imprevisión repúblicana en materia de Sanidad. No se cuestiona que la consejera del ramo, Alba Vergés, esté de baja por maternidad, sino la incapacidad del vicepresidente Pere Aragonés y de la segunda de Sanidad, Laura Pelay.
Los médicos de cabecera aseguran que no pueden más, que su régimen laboral es inhumano, que tienen que atender a una media de casi 50 pacientes al día y que no les da la vida para semejante responsabilidad. Colapso en los Centros de Atención Primaria, cientos de miles de ciudadanos afectados y la única respuesta de la Administración catalana es una apelación al independentismo de las batas blancas. Cunde el malestar en el seno del Govern, en los partidos independentistas y en las entidades sociales procesistas. Hasta la república imaginaria debería ser capaz de resolver el contencioso. La conclusión generalizada es que el sesgo activista impreso por Torra a la legislatura impide expresar la eficacia republicana en materia social. Por la parte de Puigdemont se defienden aventando la incapacidad del vicepresidente Aragonès y sus acólitos.