Los diputados catalanes no se ganan el sueldo
Gobierno en funciones y campaña electoral. Una combinación que ha convertido el Parlamento catalán en un erial. “Creo que no me gano el sueldo”, comenta a Crónica Global una diputada identificada con el “unionismo”. Idéntico comentario hace un parlamentario situado al otro lado del espectro político. El reglamento de la Cámara catalana establece que, hasta que no se haya investido al nuevo presidente de la Generalitat –y formado nuevo gobierno--, no se pueden constituir las comisiones parlamentarias. Por tanto, no se pueden tramitar iniciativas legislativas. Los diputados tampoco pueden realizar una función tan básica como es el control del gobierno. Encima, la Generalitat acaba de anunciar que prorroga los presupuestos de 2015.
El sueldo base de un diputado catalán no baja de los 4.700 euros mensuales, cifra a la que se suman complementos en función de los cargos ejercidos, como por ejemplo el de portavoz, presidente de comisión o miembro de la Mesa del Parlament, función ésta última por la que se cobran más de 8.000 euros. El sueldo de la presidenta de la Cámara supera los 10.000 euros.