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Joan Peñarroya suda la gota gorda. Tiene un problemón. El Barça de basket se ha quedado sin escoltas. Kevin Punter es el único en pie. Primero se lesionó Nico Laprovittola, una de las estrellas del equipo. Juan Carlos Navarro reaccionó muy tarde y contrato a Raúl Neto, ex de la NBA, que debutó contra el Real Madrid y se lesionó a los cinco minutos. Estará cuatro semanas fuera.

Ahora, el Barça ha anunciado una nueva lesión. Darío Brizuela no pudo terminar el último partido contra el Manresa. "Las pruebas realizadas han confirmado que sufrió una lesión en el músculo psoes", ha confirmado el club a través de un comunicado oficial.

Darío Brizuela, dolorido en la pista del Manresa FCB

El Barça también ha informado sobre el periodo de recuperación de la mamba vasca. "El tiempo de baja aproximado será de entre dos y tres semanas", ha añadido la institución en su circular. 

Marrón para Peñarroya

Peñarroya tiene un auténtico rompecabezas por delante. Es un entrenador que apuesta por un estilo de juego atrevido, parecido al de la NBA, de pocos segundos por posesión y con un gran volumen de lanzamientos. Pero, por culpa de las lesiones, se está quedando sin poderío ofensivo.

Raúl Neto, nuevo fichaje del Barça de basket, debuta en el Clásico FCB

La lesión de Lapro hizo mucho daño. También la de Chimezie Metu. Neto demostró en el clásico que necesita muy poco para anotar. Y Brizuela es el revulsivo y microondas del Barça. Ahora Punter tendrá aún más responsabilidad sobre sus hombros.

El rol de Abrines

Peñarroya, que a veces apuesta por quintetos pequeños para darle ritmo al juego --Jan Vesely, un pívot más bajito, pero muy móvil-- es el interior que más juega, tendrá que elaborar alineaciones con jugadores más grandes. Álex Abrines, quizás, se ve obligado a jugador como escolta. Dame Sarr, a tener un papel más protagonista.

Y Jabari Parker a jugar como alero, en lugar de como ala-pívot. Con la plaga de lesiones, es el momento para que otros jugadores den un paso adelante. Justin Anderson deberá arremangarse en ataque y no solo en defensa. Y Tomas Satoransky ha de dejar de ser un lastre cuando apunta hacia el aro.

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