El Barça de basket habría ganado el clásico de Euroliga con una canasta de Tomas Satoransky, un fijo para Joan Peñarroya. Porque llegaron empatados a la prórroga. Sin embargo, el base checo defraudó al Palau Blaugrana más entregado. El exterior azulgrana jugó 26 minutos y medio de partido contra el Real Madrid. No metió ni un solo punto.
Satoransky lleva mucho tiempo en el punto de mira y sigue sin mejorar. Su emparejamiento en el clásico fue el Facu Campazzo. Le dejó en evidencia. Tomas no sacó provecho de su enorme físico. Podría haber atacado al base argentino, pero no lo superó ni una vez a través del bote.
Tampoco de espaldas al aro. Una posesión en la prórroga, agotada totalmente por el base checo, acabó con la paciencia del Palau. La gastó toda en intentar acercarse hacia el aro en el poste y no lo consiguió.
Improductivo
Además, intentó todos sus tiros desde la media distancia. Otro de tres. La mayoría forzados. Así no se puede ganar a un Real Madrid que, aunque esté en crisis, siempre tiene a hombres de talento y capaces de anotar en pista. Con Satoransky, el Barça no fue capaz de mirar a los ojos a los merengues.
Un jugador de sus galones y salario, unos 2 millones de euros, no puede tener este rendimiento. Imperdonable. Produjo lo mismo que Willy Hernangómez, que solo jugó 3 minutos.