El Barça de basket todavía tiene que ajustar algunas piezas. Las lesiones de Nico Laprovittola, sustituido por Raulzinho Neto, y Chimezie Metu complican aún más la gestión de Joan Peñarroya, que necesita el máximo rendimiento de sus estrellas.
Peñarroya está encantado con Kevin Punter, el nuevo líder. También, con Jabari Parker, un ala-pívot muy fiable en ataque. En cambio, el entrenador del Barça espera mucho más de Tomas Satoransky, un base de 2.01 metros que debería ser mucho más decisivo en ataque. Igual que Willy Hernangómez y Darío Brizuela.
Nick Calathes
Satoransky fue la apuesta del Barça para sustituir a Nick Calathes, hace dos años y medio. Su regreso fue muy celebrado en el Palau. Era una apuesta de Jasikevicius y de Joan Laporta, el presidente. Su rendimiento, sin embargo, nunca ha estado acorde con las expectativas.
En Euroliga, el base del Barça está promediando, únicamente, 4,5 puntos por partido, que acompaña con 3,1 rebotes y 4,4 asistencias. Son números muy pobres. Más aún, si se miran los porcentajes. En tiros de dos, Sato está en un 38,7% (12/31). De tres, en un 28,6% (6/21). Solo ha superado los dobles dígitos en un partido, contra el Estrella Roja, en el que metió 11 puntos.
Las cifras de Satoranski
La media de minutos de Satoransky es de algo más de 20 por partido. Es de los que más juega en el Barça pese a que sus estadísticas muestran que su impacto no se corresponde con el tiempo sobre la cancha. Tampoco su salario.
Según la tabla de sueldos que desvelo Eurohoops en 2023, Satoransky está entre los mejores pagados del continente. El base del Barça cobra dos millones de euros netos por temporada. Satoransky está en el punto de mira.
Satoransky encajaba mejor con el baloncesto control de Jasikevicius que con Joan Peñarroya, un técnico partidario de posesiones rápidas. Este jueves, en el Palau, tendrá una nueva oportunidad de reivindicarse contra el Real Madrid, en la Euroliga. El Barça necesita que reaccione ya.