El Barça de basket y el Real Madrid se medirán en el sexto clásico de la temporada. El Palau Blaugrana acogerá el último partido de Liga Endesa --en fase regular-- entre los dos máximos exponentes del baloncesto español con mucho que perder para el proyecto de Roger Grimau. Los pupilos de Chus Mateo conservan una renta de cuatro triunfos sobre el Unicaja, segundo clasificado. En tanto, el equipo azulgrana ve peligrar la tercera posición y, por lo tanto, el factor pista para la siguiente fase. En el WiZink Center gozan de una hegemonía impulsada por la inversión económica.
Por ello, de entrada, el club presidido por Florentino Pérez sale victorioso del clásico de los despachos. En la capital española cuentan con un presupuesto superior, que no ha retrocedido a pesar de las pérdidas, y con más ingresos. El presupuesto de la entidad madridista para la temporada 23-24 ronda los 45 millones de euros, cifra similar al curso 22-23. En tanto, Joan Laporta ha pasado la tijera por la sección de baloncesto. Las partidas para la sección azulgrana han decrecido, de los 43 kilos, a los 30-32 millones.
Recortes en el Palau
Y es que, en un contexto de necesidad económica, en Can Barça ya no podían costear las áreas deficitarias. En el ejercicio económico 22-23, los dirigentes de la institución catalana habían previsto unas pérdidas de 28 millones. Sin embargo, no contaban con las indemnizaciones astronómicas a Nikola Mirotic y Cory Higgins, cuyas rescisiones de contrato unilaterales implicaron un gasto añadido de unos 25 millones.
La sección blaugrana tuvo que ingresarle los dos años de contrato restantes al alero montenegrino --11 millones por temporada-- y el último año de vínculo del escolta estadounidense --3,5 anuales--. Por ende, los números negativos se dispararon hasta unos 56,6 millones. Los ingresos de 19,9 millones no compensaron el sablazo. El técnico Sarunas Jasikevicius no renovó su ficha de 3,5 millones y se marchó como agente libre.
Grimau, sustituto del entrenador lituano, percibe seis veces menos por campaña: 600.000 euros. El salario de jugador franquicia ha ido a parar a Willy Hernangómez, cuyo primer año de contrato estipula un sueldo de 3,5 millones brutos. Los dos siguientes, 24-25 y 25-26, la ficha del pivote ascendería a 4,5 millones.
La ventaja del taquillaje
En realidad, los eternos rivales de la Euroliga y la Liga Endesa carburan sin autosuficiencia. En Madrid también mantienen la sección por amor al baloncesto, porque rentabilidad ninguna hasta la fecha. En el curso económico 22-23, el basket le supuso a la entidad merengue unas pérdidas de 28,3 millones. Los ingresos de 22 millones rebasaron ligeramente los 19,9 de Can Barça.
Esa diferencia en las recaudaciones se aprecia en la distancia abismal entre pabellones. El Palau Blaugrana aloja 7.585 localidades. La construcción del nuevo feudo azulgrana, con la proyección de alcanzar los 15.000 asientos, no empezará a tomar forma hasta 2025 en el marco del Espai Barça. Por su parte, el WiZink ya alberga 17.500 espectadores. De ahí el salto entre los ingresos de taquillaje de uno y otro equipo.
Peligra el imperio madridista
En cuanto a plantillas, Chus Mateo ha conseguido ensamblar una obra prácticamente perfecta. El Madrid gobierna con puño de hierro tanto la fase regular de la Liga Endesa como la Euroliga. Los playoffs ya son otra historia, pues la Final Four europea se disputa a partido único.
El gran peligro de la plantilla madridista radica en la situación contractual de Edy Tavares, Vincent Poirier y Mario Hezonja. Los tres terminan contrato en junio de 2024. El primero percibe 3,5 millones brutos y ha admitido que estaría "encantado" de seguir, pero que todavía "seguimos buscando las mejores opciones para las dos partes".
Varias informaciones apuntan a una oferta del Panathinaikos por el pívot caboverdiano y Hezonja. El alero croata ya habría rechazado hasta dos propuestas de renovación del club blanco al considerarlas inferiores a su valía. El equipo griego será su destino más probable. Más optimismo existe en la capital con la extensión contractual de Poirier. Las negociaciones con el otro 5 dominante se encaminan hacia un desenlace más satisfactorio para el club madrileño.
Kalinic, la gran incógnita
En Can Barça cuentan con cuatro piezas que podrían marcharse libres a partir del 1 de julio de 2024: Jabari Parker, Nikola Kalinic, Ricky Rubio y Oriol Paulí. Laporta y Juan Carlos Navarro quieren renovar a los dos primeros. El alero estadounidense y el club azulgrana ya han iniciado conversaciones para extender su vínculo en buena sintonía. En cambio, el jugador serbio tiene ofertas de otros equipos sobre la mesa. Sin ir más lejos, el presidente del Estrella Roja ha dicho abiertamente que "estamos trabajando para fichar a Kalinic".
Ricky Rubio a sus 33 años vuelve a coger el ritmo tras más de un año de baja. De su voluntad y sus sensaciones sobre la pista en este tramo final de temporada dependerá su continuidad en el Palau. No así Oriol Paulí, víctima del ostracismo en el esquema de Roger Grimau. La entidad no lo renovará. Preferentemente, buscarán un nuevo pívote de perfil más defensivo que Jan Vesely y Willy Hernangómez
Noticias relacionadas
- La NBA se quedará con dos jugadores del Barça de basket en verano
- El Barça de basket también tiene a sus Lamine Yamal y Pau Cubarsí
- El gran motivo de Willy Hernangómez para aguantar el pulso a Grimau y seguir en el Barça de basket
- Una estrella del Real Madrid anuncia su retirada
- Un triplazo de Laprovittola mantiene al Barça en la zona noble de la Euroliga
- El crack del Real Madrid de basket que raja de su equipo