Willy Hernangómez llegó al Barça de basket como el principal fichaje bomba del verano para ocupar el vacío de Nikola Mirotic. Su experiencia en la selección y en la NBA fueron credenciales suficientes de cara a asumir ese rol protagonista con el equipo dirigido por Roger Grimau. Sin embargo, el pívot no ha logrado asentarse de forma definitiva como una pieza clave en los planes del entrenador, lo que ha supuesto un pulso entre las dos partes.
Esa situación ha provocado que existan muchos rumores sobre la continuidad de Willy en el elenco azulgrana, al menos mientras siga Grimau como líder del banquillo. Pero lo cierto es que, a pesar de las enormes diferencias que tiene con su entrenador, el experimentado jugador tiene un gran motivo para quedarse en el Barça de basket más allá de la presente temporada.
El motivo de Willy
Uno de los incentivos que tuvo Willy para aventurarse a vivir con una etapa en el Barça de basket fue su novia, Nicole Traviesa. La deportista catalana fue clave en la decisión del pívot de mudarse al territorio catalán, debido a que ahora puede estar cerca de su familia. Así lo ha reflejado el jugador culé en distintas entrevistas con TV3 o RAC1, donde explicó que "sinceramente pensaba que iba a estar muy bien. Estando aquí con mi familia, con mi pareja. Estoy mejor de lo que pensaba. Estoy muy a gusto y eso me ha ayudado en mi adaptación".
La jugadora de padel, que ocupa el puesto 80 del ranking mundial, también se expresó de manera muy convincente en una entrevista publicada a finales de febrero: "Cuando el Barça lo llamó estábamos juntos y la verdad que nos puso muy contentos porque durante nuestro primer año, cuando comenzamos, estábamos en una relación a distancia y no nos veíamos mucho. Ahora estamos juntos casi cada día y la verdad es que estamos muy contentos". "Lo veo feliz, jugando súper bien, se esfuerza mucho y estoy encantada siempre que lo veo jugar", confiesa ella.
Willy pide más protagonismo
Aunque Willy tiene una clara conexión con el Real Madrid, donde dio sus primeros pasos en el baloncesto profesional, lo cierto es que la posibilidad de encontrarse en un entorno más familiar con su pareja le ha permitido asentarse cómodamente. Ese es un punto que juega a favor de la posibilidad de que siga jugando en el Barça de basket, a pesar su frustración por el rol que tiene con Grimau.
El deseo del pívot de 29 años de gozar de un mayor protagonismo en el equipo culé no es una especulación, es un objetivo que ha confirmado el propio jugador en una de las recientes entrevistas. "Me gustaría tener un rol más grande y ser más importante. No ha habido ningún partido, o tal vez uno, en el que he jugado más de 30 minutos, fue contra Valencia Basket. Creo que esa responsabilidad hay que ganársela y me la quiero ganar y demostrar", explicó, deslizando su frustración por no gozar de más protagonismo.
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Su vida familiar en Barcelona es uno de los pilares que mantiene el plan de Willy de seguir visitiendo los colores azulgrana. Aunque en el horizonte sigue apareciendo el interés de un Panathinaikos que ya intentó ficharle el pasado mercado de verano. El pulso con Roger Grimau puede ser un detonante en la continuidad de ambos en la sección de baloncesto.
La realidad es que Willy está abierto a salir si no vislumbra una perspectiva de mejora. Sin embargo, su objetivo ahora es aguantar el pulso a Grimau y seguir instalado en Barcelona, junto a su pareja, en un idilio amoroso donde al jugador tan solo le falta lo que él mismo se exige: "Me gustaría ser ese jugador completo que puede estar en los dos lados, esa pieza importante en ataque y atrás también".