Hansi Flick quiere un Barça atrevido en Belgrado. Como siempre. Hay dos cosas que detesta el técnico alemán, la rejación y las excusas, y espera la mejor versión de su equipo contra el Estrella Roja, en la cuarta jornada de la Champions.
El entrenador del Barça sabe que el partido del Pequeño Maracaná marcará el futuro inmediato del equipo en Europa. Una victoria facilitaría el objetivo de acabar la primera fase entre los ocho primeros clasificados y evitaría una eliminatoria a cara o cruz.
Frenkie y Fermín
Flick, salvo sorpresa, rescatará a Koundé en el equipo titular. Pero se esperan otras sorpresas en forma de rotaciones. En el Pequeño Maracaná podría alinear de entrada a su once de gala: Iñaki Peña, Koundé, Cubarsí, Iñigo Martínez, Balde, Casadó, Pedri, Dani Olmo, Lamine Yamal, Lewnadowski y Raphinha. Aunque lo más probable es que introduzca uno o dos cambios: Frenkie de Jong, Fermín y Szczesny son los principales candidatos.
Fermín, que protagonizó la rueda de prensa en Belgrado, apunta al once. La gran duda es si entrará en lugar de Olmo, cuyo estado de forma es excepcional tras su doblete al Espanyol, o si podría dar descanso a Raphinha de forma que el propio Olmo se desplace al extremo izquierdo. Tampoco se descarta que descanse Pedri. Del mismo modo, De Jong podría dar descanso a un Marc Casadó que lo está jugando todo.
Gavi y Ansu Fati
El Barça, en un gran momento de forma, encadena seis victorias consecutivas desde la derrota en El Sadar y se enfrenta a un Estrella Roja en horas bajas. Flick parece haber encontrado el equilibrio perfecto y asume que jugadores como Gavi necesitan más ritmo para ser titulares.
En ataque, Ansu Fati también está muy lejos de su mejor versión, mientras que Ferran Torres se recupera de su lesión. Pau Víctor es la última opción, como Pablo Torre lo es en la zona ofensiva de la medular a pesar de su buen rendimiento en sus escasas participaciones.
Iñaki Peña, cada día con más confianza y autoridad, parte con ventaja respecto a Szczesny, fichado en octubre para sustituir a Ter Stegen. Pero no se puede descartar la sorpresa en Belgrado.