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El Barça es una máquina casi perfecta. De fiabilidad alemana. El equipo Hansi Flick, intenso y ambicioso, ya suma 40 goles en 12 partidos en la Liga. En su última función, Dani Olmo y Raphinha fulminaron al Espanyol en apenas media hora. El regreso del Espanyol a Montjuïc no pudo ser más traumático para el grupo blanquiazul, que lucha por sobrevivir en Primera. Sus penurias contrastan con la felicidad de un Barcelona desatado, vencedor de un derbi muy desigual que se acabó muy pronto. Tanto que sobró la segunda parte.

El derbi siempre es un partido especial. En el Camp Nou, en el RCDE Stdium o en Montjuïc, antigua casa del Espanyol y ahora del Barça. En la montaña olímpica, el equipo azulgrana fulminó a su rival con la misma voracidad que una semana antes destrozó al Real Madrid.

Fort por Koundé

Flick sorprendió con su apuesta por Héctor Fort por Koundé en el once titular. Más esperada era la presencia de Dani Olmo, por Fermín, respecto al equipo que derrotó al Real Madrid en el Bernabéu para enfrentarse a un Espanyol que apostó por un 4-1-4-1. Manolo González alineó, de entrada, a Joan Garcia; Omar El Hilali, Kumbulla, Cabrera, Carlos Romero; Bauza; Tejero, Král, Aguado; Jofre y Puado.

El barcelonista Dani Olmo celebra un gol al Espanyol EFE

El Barça salió con una marcha que el Espanyol. El balón circulaba con rapidez y Dani Olmo se mostró muy activo en los primeros minutos. Avisó con dos remates antes de batir a Joan García tras una magistral asistencia de Lamine Yamal. La réplida blanquiazul llegó en un remate de Puado.

La asistencia de Casadó

El Espanyol sufría y disfrutaba el Barça, muy intenso en la presión. Cada error penalizaba al equipo de Manolo González y quien mejor leyó su fragilidad fue Marc Casadó, que se sacó otra asistencia imposible que culminó Raphinha en una acción que recodó el primer gol de Lewandowski en el clásico.

Raphinha, eufórico tras marcar un gol al Espanyol EFE

Pintaban bastos para el Espanyol. Sin complejos, el equipo blanquiazul adelantó las líneas, pero le sobraron un par de centímetros para meterse en el partido. Como el Madrid, cayó también en la trampa del fuera de juego y no pudo celebrar el gol de Jofre, por posición antirreglamentaria de Omar. La respuesta azulgrana fue demoledora: trallazo de Olmo desde la frontal tras una nueva pérdida visitante y tercer gol de un Barcelona desbocado en la primera media hora.

Flick mueve ficha

El segundo acto fue un trámite para el Barça y Flick movió ficha al dar entrada a Frenkie de Jong y Fermín por Casadó y Dani Olmo, a quienes dio un descanso con vistas al partido del miércoles contra el Estrella Roja. El Espanyol, por su parte, intentó redimirse, pero otro fuera de juego frustró el gol de Tejero. Sí validaron el tanto de Puado, pasado el cuarto de hora.

El Barça del segundo acto fue un equipo vulgar. Sin chispa ni tensión. Frenkie de Jong jugaba andando y Flick seguró que pasará cuentas a sus futbolistas. Mejoró el Espanyol en un derbi que finalmente no fue tan traumático para los blanquiazules. Al equipo azulgrana le bastó con jugar bien 45 minutos.

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