Publicada
Actualizada

El FC Barcelona salió a morir con sus ideas en el clásico. El equipo dirigido por Hansi Flick no renunció a la presión alta ni la línea defensiva a la altura del centro del campo contra los rivales más exigentes. Tanto Bayern de Múnich como Real Madrid dominaron en la primera media hora de sus respectivos enfrentamientos contra el Barça. Pero el técnico alemán ni se inmutó.

En el descanso del clásico (0-0), los pupilos de Carlo Ancelotti habían generado mayor sensación de peligro con un gol anulado a Kylian Mbappé por fuera de juego. Sin embargo, el cuerpo técnico azulgrana no varió ni un ápice su planteamiento defensivo, con una amenaza inequívoca de Flick al vestuario, desvelada por Mundo Deportido: "Al que se retrase un metro, lo sustituyo".

Fermín, sacrificado

El plan no pudo salir mejor en los segundos 45 minutos. Fermín López, ubicado en la mediapunta, fue el único sacrificado en la reanudación. El entrenador barcelonista dio entrada a Frenkie de Jong en su lugar y adelantó la posición de Pedri. El volante canario había formado doble pivote escalonado con Marc Casadó en el primer tiempo.

En la segunda mitad, el Barça se adueñó del balón y buscó repetidamente los pases al espacio. Raphinha y Robert Lewandowski dieron desmarques de ruptura hasta la extenuación. En uno de sus movimientos, Casadó encontró entre líneas al ariete polaco, habilitado por la posición de Ferland Mendy.

Plan perfecto

El Pichichi de la Liga abrió la lata, marcó el segundo a centro de Alejandro Balde y tuvo otros dos goles en sus botas, uno a pase de la muerte de Raphinha. El delantero brasileño y Lamine Yamal, las otras dos patas del tridente, se sumaron a la fiesta.

La euforia de Lewandowski y Balde en la goleada del Barça contra el Real Madrid FCB

La joya de 17 años culminó un contraataque asistido por el 11 de Porto Alegre. Rafa, como le llamaba Xavi Hernández, remató la faena encontrando la espalda de Lucas Vázquez a pase largo de Iñigo Martínez.

Hasta la muerte

En los dos últimos triunfos, Flick ha demostrado que la presión alta y la zaga adelantada son pilares inamovibles de su Barça. Y el tiempo le ha dado la razón. La trampa del fuera de juego implica sufrir sustos como los goles anulados a Harry Kane y Kylian Mbappé.

Hansi Flick da instrucciones durante el clásico en el Santiago Bernabéu EFE

No obstante, la precisión del fuera de juego automático invita a explotar la virtud de forzar situación de offside a la perfección. En el tramo más exigente de la temporada hasta la fecha, Sevilla, Bayern y Madrid se llevaron tres palizas (global 13-2) con el sello de Flick. Y así será en futuros duelos de altura en la fase final de la Champions League, si se cumplen las previsiones de clasificar a cuartos de final.

Noticias relacionadas