Hay una guerra en el FC Barcelona. La competencia en el primer equipo de Hansi Flick crece con el pasar de las semanas, especialmente por el alta médica de varios futbolistas importantes. Esa feroz lucha por un puesto en el once titular supone un problema para un peso pesado de Xavi Hernández, teniendo en cuenta que la mitad de cancha está poblada de mucho talento.
Frenkie de Jong es el centrocampista que lo tiene más difícil con Hansi Flick. Al menos para ser un titular indiscutible. El medio neerlandés dejó un gran rendimiento en el compromiso contra el Real Madrid, especialmente en su capacidad para ordenar al equipo en la mitad de cancha. Sin embargo, el entrenador alemán tiene una medular establecida con Pedri, Marc Casadó y Dani Olmo.
Guerra azulgrana
Hasta ahora, Flick ha apostado por mantener a Marc Casadó y Pedri en la primera línea de la mitad de cancha. Los dos futbolistas, de perfil más ofensivo, han tenido una gran sinergia en las últimas jornadas. Son los encargados de nutrir de juego al equipo y de conectar con Dani Olmo, que tiene la responsabilidad de enlazar la medular con el frente de ataque.
De Jong parte con desventaja en la pelea por un lugar en el once, especialmente por la lesión en el tobillo que sufrió a finales del anterior curso. El centrocampista espera convencer al entrenador del FC Barcelona con partidos como el del clásico, aunque lo cierto es que todavía debe esperar a una oportunidad en un compromiso de máxima importancia.
Profundidad de banquillo
La vuelta de Frenkie de Jong también se une a la de Gavi. Los dos medios parten como teóricos suplentes para Hansi Flick, sobre todo por el interés del técnico azulgrana de que ambos estén en las mejores condiciones físicas. La buena noticia para el entrenador es que ahora tiene a su favor una mayor profundidad de banquillo para afrontar este tramo de curso.
La mitad de cancha del FC Barcelona está plagada de mucho talento. Frenkie lo tiene difícil si quiere recuperar ese estatus que gozaba con Xavi Hernández. De momento, su rendimiento en el clásico supone un paso hacia adelante para superar a Marc Casadó o Gavi en la guerra para entrar en el once.
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