Meditó su futuro seriamente. Raphinha se sentó con su mujer a considerar las distintas ofertas que tenía sobre la mesa durante el verano. Las críticas afectaron al atacante brasileño, que quiso actuar bajo una premisa que sigue desde joven: "No estaré donde no me quieren". Finalmente, optó por quedarse en el FC Barcelona.
"Un día con mi mujer hablamos de todo lo que podía hacer aquí. Faltaba mucho por hacer en el Barça, y tenía más años de contrato" explica Raphinha en el canal de YouTube de Losimplenovale. "Era un reto. Teníamos esto en la cabeza. Había venido para hacer historia, y quería demostrárselo a la gente que no se fiaba...", agrega.
"Tenemos sentimientos"
Las críticas de la prensa afectaron al extremo de 27 años. "Publicaban que me iban a vender y te sientes como una mercancía. Hacen lo que quieren con nosotros. Tenemos sentimientos. Tenemos hijos", reflexiona el ariete del Barça. Sin embargo, se ha hecho fuerte mentalmente: "He madurado. Tengo más cuidado, pero con mi cabeza no harán lo que quieren, hay un hombre detrás".
Raphinha estaba seguro de su potencial. Sabía, según explica, que podía triunfar en cualquier otro equipo. Y le entraron aún más dudas con la llegada de Hansi Flick. Autoexigente como es él, se dijo a sí mismo que convencería al entrenador. "Con una semana de trabajo, él se enamorará de mí. Me ha pasado siempre, con trabajo he acabado jugando". Así explica su manera de trabajar y afrontar los problemas Raphinha.
Clave en el vestuario
Al final, su persistencia ha tenido premio. Es fundamental para Flick. Ahora capitanea a la plantilla y es el apoyo de los jóvenes. Entre ellos, Lamine Yamal, a quien ha bautizado como "mi niño". "Será uno de los mejores futbolistas del mundo", asegura Raphinha.
"Siempre le dije a Deco que el Barça era una prioridad. Quizás por ver a los brasileños triunfar, le tenía un cariño especial al club", reflexiona. La insistencia ha sido la clave de su éxito en la capital catalana. El Barça de Flick no se entiende sin Raphinha.