El FC Barcelona ha marcado un punto de inflexión. El equipo azulgrana ha domado a su bestia negra, el Bayern de Múnich (4-1) en una oda al fútbol. El baby Barça de Hansi Flick ya mete miedo en toda Europa --y en Madrid-- tras destaparse como rival a batir. Quedan prácticamente tres cuartos de temporada, pero los jugadores azulgranas han celebrado este triunfo como un título con la afición.
Al son de jóvenes estrellas como Fermín López, Lamine Yamal o Marc Casadó, el Barça de las nuevas generaciones ha cantado "madridista quien no bote" con la grada de animación. Todos los jugadores han saltado la valla publicitaria tras los 90 minutos para sentir el calor de la afición. Y de paso, celebrar el trofeo de MVP recibido por Raphinha, capitán y nuevo ídolo culé. El extremo brasileño ha terminado manteado por todos sus compañeros, incluidos los cracks lesionados como Ronald Araujo, Ter Stegen o Éric García.
Generación de oro
Durante los 90 minutos el fútbol del Barça ha rozado la perfección, fiel a la idea de Hansi Flick. El cuadro catalán ha salido a morder, es decir, morir matando con la presión alta ante un equipo de altura como el Bayern de Múnich. La juventud de Fermín, Casadó, Lamine, Pedri, Pau Cubarsí y Alejandro Balde no ha importado lo más mínimo. Hansi Flick ha pulido la generación de oro azulgrana y ha dado un golpe sobre la mesa contra uno de los mejores equipos de siempre en el continente.
Desde 2015 los culés no doblegaban al conjunto bávaro, con seis derrotas consecutivas. No es para menos la celebración. La exhibición se ha trasladado fuera del campo, una vez espantados los fantasmas de Champions y del traumático 2-8 de Lisboa.
Exhibición dentro y fuera
El primer equipo azulgrana ha festejado ligas con menos entusiasmo que su victoria sobre el Bayern de Múnich. Hasta Lamine Yamal, cabizbajo tras marcharse sustituido al banquillo sin marcar gol, no ha podido disimular su sonrisa de oreja a oreja en la celebración final. El proyecto de Flick se confirma como un aspirante a todos los títulos, una cota a la que el Barça no optaba desde 2019.