¿Miedo? ¿Quién dijo miedo? El Barça de Hansi Flick es un equipo con talento y mucho carácter. Sin complejos ni temores. El Bayern, auténtica pesadilla de los barcelonistas desde 2020, fue derrotado con tres goles de Raphinha y otro de Lewandowski el día que Montjuïc fue una caldera de pasiones. El Barcelona va como una moto y ya reta al Real Madrid en el Bernabéu, en otro partido de alta tensión.
Montjuïc vistió sus mejores galas con la visita del Bayern. La noche era especial y Hansi Flick apenas agitó la alineación: Fermín López, un futbolista muy dinámico, entró por Ansu Fati, cada vez más lejos de su mejor versión, para incomodar a un rival más temido por la afición barcelonista. Un contricante con jugadores de primer nivel como Goretzka, Sané, Coman y Musiala que comenzaron en el banquillo.
Presión muy alta
Barça y Bayern, dos equipos cortados por el mismo patrón, estiraron mucho la presión. Asumieron riesgos y Raphinha, el más listo de la clase, marcó en el primer minuto tras burlar la defensa adelantada del equipo alemán y regatear a Neuer. Su séptimo gol en el curso actual fue muy celebrado por la afición azulgrana.
El gol cambio el guion del partido. Llegó tan pronto que ni tan siquiera fue celebrado por la Grada d'Animació, que retrasó cinco minutos su entrada al estadio. El Bayern no se descompuso. Al contrario. Se adueñó del balón y llegó con mucha facilidad ante la portería de Iñaki Peña, a quien batió Harry Kane, anulado por fuera de juego del goleador inglés.
El empate de Kane
El Barça no se encontraba cómodo ante un rival con mucha personalidad. No tenía el balón el equipo de Flick y sufría con los cambios de orientación del Bayern, que empató a los 18 minutos con un espectacular remate de Kane, un futbolista con tanta clase como pegada.
El gol del Bayern tampoco tuvo un efecto devastador para el Barça. Reaccionó cuando más tocado estaba, con argumentos futbolísticos y mucho orgullo. Lewandowski y Lamine despertaron, pero fue Fermín, tras un leve contacto con Kim Min, quien regaló el segundo gol al delantero polaco, muy discutido por los alemanes. Sin tiempos para digerir el disgusto, y esta vez sin polémica alguna, Raphinha se disfrazó de crack, recogió un desplazamiento largó de Casadó y con una diagonal perfecta batió a Neuer para delirio de Montjuïc, que coreó su nombre.
Gran primera parte
El Barça aguantó el temporal del Bayern y se desmelenó en los últimos minutos de una primera parte trepidante, digna de dos equipos que aspiran a ganar la Champions. En el descanso, no obstante, Flick corrigió algunos problemas y su equipo tuvo más criterio para desactivar al cuadro alemán en el segundo acto, vencido con el tercer gol de Raphinha, el cuarto del grupo azulgrana.
Resuelto el partido, o casi, Flick dio entrada a Frenkie de Jong por Fermín con el objetivo de tener más pausa y control. No daban crédito los culés a lo que veían, acomplejados durante muchos años con el Bayern, equipo al que bailó el Barcelona en algunos compases de la segunda parte en la gran noche de Raphinha, sustituido a un cuarto de hora del final por Dani Olmo, el día que Montjuïc parecía el Camp Nou de sus mejores tiempos.