Los culés presentes en el Estadi Olímpic de Montjuïc están viviendo un Barça-Bayern de Múnich (4-1) de Champions League de ensueño. Prácticamente todo ha salido a pedir de boca al FC Barcelona en una exhibición coral. Raphinha, tocado por una varita mágica, ha abierto la lata con un primer gol madrugador, y ha culminado su hat-trick con dos genialidades dignas de museo. Tras la cruel eliminación de la campaña 23-24, el delantero brasileño ha obtenido su redención con un recital ofensivo. Qué mejor manera de celebrar su partido número 100 en can Barça. El atacante ha alcanzado una dimensión extraordinaria de su nivel de juego. 75 minutos para enmarcar que hacen olvidar a Nico Williams para adorar al nuevo ídolo barcelonista.
El navío barcelonista solo ha zozobrado en los primeros instantes tras el gol, a raíz de la réplica de los pupilos de Vincent Kompany. El conjunto bávaro superaba por instantes la presión de la línea atacante del Barça y la zaga local ha quedado más vendida. El desajuste ha durado 20 minutos, hasta el empate visitante. De ahí en adelante, el cuadro dirigido por Hansi Flick ha recuperado presencia en campo rival.
Genialidad
La victoria parcial no se explica sin la figura del extremo brasileño, excelente independientemente de su posición. El atacante de Porto Alegre ha marcado un hat-trick y ha picado como un martillo por banda izquierda. Ya acumula cuatro goles en tres partidos de la máxima competición continental.
En el minuto 1, el 11 ha pillado desprevenida a la zaga del Bayern y se ha marchado solo al espacio tras recibir el balón, filtrado por Fermín López. Con el brazalete de capitán en la mano, ha regateado a Manuel Neuer y ha desatado el éxtasis de millones de barcelonistas (1-0).
Nuevo ídolo culé
Al filo del descanso, el capitán ha callado otros millones de bocas que le achacaban la falta de regate. Tras bajar del cielo un cambio de banda milimétrico de Marc Casadó, Raphinha ha desbordado a un primer central y ha colado entre las piernas de Dayot Upamecano una rosca inalcanzable para el guardameta alemán (3-1). Y con la pierna derecha, la menos hábil.
En la reanudación, Raphinha ha hecho olvidar definitivamente el capricho de Nico Williams. El barcelonismo ha pasado página del fichaje deseado el pasado verano y ya adora a su nuevo ídolo. Preso de una confianza descomunal, el 11 ha controlado con el pecho un cambio de costado de Lamine Yamal, y ha cruzado con la izquierda un tiro raso directo al fondo de las mallas (4-1).