"La Masía es la identidad del club". Hansi Flick no lo dice por decir. "Sabemos que cuando necesitamos un jugador lo podemos encontrar en la cantera, porque hay mucha calidad", afirmó horas antes del Mónaco-Barça, primer duelo del equipo azulgrana en Champions League (21.00 horas). La convocatoria del técnico alemán demuestra que esto va de hechos, no de palabras.
Flick no tiene miedo de alinear a los jóvenes. Al principado ha viajado un total de 23 futbolistas. 16 de ellos con 23 años o menos. Es decir, el 69,5% del llamamiento. Casi nada. El Barça se planta en la primera jornada de la Copa de Europa con una media de edad de 22,3 años. La Masía siempre está cuando más se la necesita. Los canteranos, listos para asumir el reto.
Jugador | Edad |
Ter Stegen | 32 |
Cubarsí | 17 |
Balde | 20 |
Iñigo | 33 |
Ferran | 24 |
Pedri | 21 |
Lewandowski | 36 |
Ansu Fati | 21 |
Raphinha | 27 |
Iñaki Peña | 25 |
Pablo Torre | 21 |
Casadó | 21 |
Pau Víctor | 22 |
Lamine Yamal | 17 |
Koundé | 25 |
Éric García | 23 |
Astralaga | 20 |
Héctor Fort | 18 |
Gerard Martín | 22 |
Sergi Domínguez | 19 |
Andrés Cuenca | 17 |
Guille Fernández | 16 |
Toni Fernández | 16 |
Media de edad | 22,3 |
Varias son las generaciones que han ido sacando las castañas del fuego en el Barça. Sobre todo, en los últimos años de escasez económica. La última generación destacada es la del 2007. Lamine Yamal, Pau Cubarsí y Marc Bernal son la Santa Trinidad. Pero las demás generaciones no se quedan cortas de talento. Sumando a otros futbolistas que no se han formado en la Masía, así será el Barça del futuro.
Pedri y compañía
La primera hornada de jóvenes talentos la situaremos en el año 2002. Pedri es el gran nombre de esta generación. Fichó por el club azulgrana en 2019, pero llegó en 2020, tras un año cedido en su equipo de procedencia, Las Palmas. En su primera campaña como azulgrana deslumbró. Lo jugó todo, algo que mermó su físico. Ahora parece que ha dejado las lesiones atrás y el Barça trabaja en renovar su contrato, que termina en 2026.
El gran acompañante de Pedri, nacido en 2002, es Ansu Fati. El delantero heredó el 10 de Leo Messi. Ahora Lamine Yamal es quien rompe todos los récords. Antes, había hecho lo mismo Fati. Mandi, exdefensa del Betis, lesionó al joven atacante hispano-guineano. Desde entonces, nunca recuperó su mejor versión. Es el reto que Hansi Flick tiene por delante. En un papel más secundario se halla Gerard Martín, que llegó al filial del Barça la temporada pasada y ya esta en el primer equipo.
Generación 2003
La generación 2003 supera en número a la del 2002. Tres jugadores formados en la Masía ya son fijos en la plantilla. El primero en llegar fue Alejandro Balde, a quien Ronald Koeman dio una oportunidad. La banda izquierda es suya. El segundo fue Fermín López. Xavi Hernández le dio carrete, tras pasar un año cedido en Linares. Su olfato goleador, intensidad, desmarques y presión le han convertido en uno de los mejores jugadores jóvenes de la actualidad.
El último en unirse al primer equipo ha sido Marc Casadó. Nadie dudaba de su potencial, pero la posición de centrocampista posicional es la más compleja en el Barça. Esta temporada, tras la llegada de Flick al banquillo, Hansi le ha otorgado toda su confianza. El último en nacer en el año 2003 es Pablo Torre, un mediapunta con talento que fichó por el club azulgrana en 2022.
El corazón con patas
La siguiente generación la lidera Gavi, uno de los futbolistas más queridos por todos los barcelonistas. Su desempeño en el terreno de juego y su constante defensa al escudo han hecho que todos los culés tengan al futbolista de Los Palacios en el corazón. Una lesión de ligamentos cruzados lo ha apartado durante un año del verde, pero su regreso es cuestión de tiempo.
En portería, es un fijo de las convocatorias Ander Astralaga, que está a la espera de una oportunidad. Algo más le está costando a Unai Hernández. Club y agentes del interior ya trabajan en renovar su contrato, que caduca en 2025. El último nombre destacado de este año es el de Aleix Garrido, que debutó en el primer equipo. Las lesiones se han cebado con él.
Generación 2005 y 2006
Una perla del 2005 se ha ganado la confianza de Hansi Flick. Se trata de Sergi Domínguez, un central alto (1,88 metros), potente y con gran salida de balón. Otra joya del mismo año es Dani Rodríguez, llamado a ser una de las estrellas del Barça B esta temporada.
También hay nombres interesantes jugadores nacidos en 2006. El que más destaca es el de Héctor Fort. Xavi confiaba en el lateral derecho. Con Flick, Koundé es inamovible. Aún así, el carrilero catalán puede cumplir en ambas bandas y tiene especial sensibilidad para el pase.
Pau Prim pertenece a la misma generación. Ahora tendrá la oportunidad de brillar como titular en el Atlètic, tras el ascenso de Casadó. Bien anotados en cualquier lista estarían los nombres de Noah Darvich, mediapunta, Diego Kochen, llamado a ser el portero del futuro, o Alexis Olmedo, otro central interesante.
El nuevo Piqué, el nuevo Busquets y el nuevo Messi
Con el año 2007 no hay ningún tipo de dudas. Pau Cubarsí, Marc Bernal y Lamine Yamal serán los pilares del Barça de la próxima década. La lesión del mediocentro de Berga ha truncado el nacimiento de una estrella. Pero la rotura de ligamentos cruzados no será un problema. Bernal no se caracteriza por ser un futbolista explosivo. No lo era Busquets.
En un papel secundario se encuentra Andrés Cuenca, otro defensa que ha sorprendido a Hansi Flick y, como Sergi Domínguez, va convocado para el Mónaco-Barça. No es demasiado alto para ser central (1,81 metros), pero cumple en ambos perfiles e interpreta correctamente el juego.
Los primos Fernández
La última generación promete tanto --o más-- como las anteriores. Del 2008 son los primos Fernández, Guille y Toni. Entre los dos, solo se llevan un mes de diferencia. Cumplieron los 16 años este mismo verano, uno en junio y el otro en julio. Flick se los lleva para el estreno del Barça en Champions.
Toni, el pequeño, es algo más técnico que Guille. Juega más adelantado, cerca del área, donde puede filtrar pases, combinar rápidamente con sus compañeros o marcar gol. Guille, en cambio, es más físico. También posee un gran olfato dentro del área, pero su posición natural es la de interior.
El Barça puede tener muchas preocupaciones. Joan Laporta tiene sudores fríos cuando trata de resolver el rompecabezas económico. Deco trabaja constantemente para planificar el mercado de fichajes. Ahora bien, ambos disponen del mejor salvavidas posible: la Masía. Cuando miran a la cantera, se les pasan todos los males.
Noticias relacionadas
- La Masía, el escudo de Laporta y Deco para justificar la escasez de fichajes en el Barça
- De Gavi a Marc Bernal: ¿la edad es un factor de riesgo para la rotura de ligamento cruzado?
- El nuevo Kimmich de Hansi Flick ya resuelve partidos
- El diamante en bruto que negocia su renovación con el Barça: tras los pasos de Casadó