Las irrupciones precoces de los mejores talentos de la Masía han devuelto el entusiasmo al barcelonismo. A falta de fichajes --excepto Dani Olmo-- buena es la cantera. La confianza del nuevo técnico del Barça, Hansi Flick, en la pareja de Marcs, Bernal y Casadó, para el centro del campo había descartado incluso la incorporación de un mediocentro en el mercado. Sin embargo, ha aterrizado la desgracia que iguala a todos los futbolistas: la lesión. La rotura del ligamento cruzado anterior de Marc Bernal con afectación en el menisco externo ha levantado una ola de alarmismo.
Los fantasmas del pasado han vuelto. En noviembre de 2023, Gavi cayó gravemente lesionado con el mismo diagnóstico y diez meses más tarde ultima su vuelta a los terrenos de juego. Con esto, el último mazazo sufrido por la comunidad culé, ilusionada con la eclosión de un nuevo Busquets, devolvió al primer plano el debate sobre la precocidad. ¿Deben los niños prodigios traspasar la barrera del fútbol profesional tan pronto? En lo que atañe al ligamento cruzado anterior, la edad no es el detonante decisivo de la rotura. Por encima de todo, se trata de una lesión accidental, como ha explicado a Culemanía el doctor Luis Villar, especializado en traumatología. La juventud tampoco demora el proceso de recuperación.
Falta de maduración ósea
En primer lugar, la rotura del ligamento cruzado no distingue entre edades, puesto que una mala rotación de la rodilla en un lance del juego --por sí sola o tras una entrada-- puede afectar a todo tipo de futbolistas. Todos están expuestos a dicha fatalidad fortuita. Pero el incremento de la intensidad y la frecuencia en los entrenamientos de las promesas que suben al primer equipo no influye en las lesiones ligamentosas, a diferencia de las tendinosas. El cansancio acumulado de Gavi y Marc Bernal no repercutió en sus lesiones.
En cambio, sí que afectó, sobre todo al mediocentro de 17 años, su "falta de maduración ósea", como relata la fuente consultada: "La rodilla de un jugador más joven --entre 16 y 18-- no está tan soldada. A los 16 el cartílago del crecimiento aún está fértil. Si le das una patada será más fácil romperlo". Véase el caso de Gavi, cuyo ligamento se rompió al recibir una entrada de un jugador de la selección de Georgia detrás de la rodilla derecha. La lesión tres meses después de soplar las 19 velas.
La desventaja física
Por mucho que las joyas del plantel hayan trabajado su musculatura, el traumatólogo entrevistado advierte que no pueden acelerar su maduración ósea: "Físicamente están muy formados, pero biológicamente en la mayoría de casos entre los 16 y 18 años no han alcanzado la madurez ósea". En consecuencia, el verdadero problema reside en la exposición a las entradas de futbolistas más experimentados con el crecimiento óseo completado.
De todos modos, el giro más fortuito no se podrá controlar. Para prueba, la entrada de Marc Bernal a Isi Palazón que le ha costado la temporada entera al pivote de Berga. El mero choque de piernas con un rival más desarrollado causó la flexión de la rodilla del jugador azulgrana. ¿Por qué salió mal parado el mediocampista catalán? Por dos motivos: el componente accidental y su estructura ósea.
¿Un año de baja?
En segundo lugar, la otra afirmación que no cuenta con el suficiente consenso es el presunto período de recuperación superior en menores de edad. Cada pierna es un mundo, por lo que la vuelta a los terrenos de juego estará sujeta a muchas variables. Y la edad no es un indicativo. Villar divide el éxito de la operación en un 50% en la destreza del cirujano y el otro 50% el proceso de rehabilitación con recuperadores.
Según el traumatólogo consultado, si la afectación solo se localiza en el ligamento cruzado anterior y el paso por quirófano y la posterior recuperación resultan óptimos, la lesión habrá sanado en 6-7 meses. En los casos concretos de Gavi y Bernal su corta edad no ha alargado sus respectivos períodos de baja. Ambos se rompieron el menisco externo, que impide, hasta su curación, el movimiento del ligamento para su rehabilitación. Por ende, la recuperación se demora entre 2 y 3 meses más. Dos pilares del Real Madrid como Thibaut Courtois (32 años) y Éder Militao (26) necesitaron entre 7 y 8 meses porque no tuvieron afectación en sus meniscos. Aun así, el portero belga se lo desgarro en la fase final y retrasó un mes su regreso.
El verdadero error
El error de alinear a los juveniles a los partidos profesionales en lo que se refiere al ligamento cruzado anterior consiste en la vulneración del tiempo de maduración. Un concepto que no guarda relación alguna con la preparación física. La carga de minutos jamás repercutirá en que una convocatoria internacional de Gavi o Marc Bernal con la selección española derive en una lesión de ligamento cruzado. Por contra, cuanto más jueguen, mayor será el riesgo de que sus ligamentos se expongan a una colisión desencadenante del accidente.
Una eminencia en la materia como Paco Seirul·lo física desgranó el concepto de la maduración en una entrevista con Culemanía: "No solo es la musculatura, es todo. Son las estructuras ligamentosas, óseas... todo. No es que no las tengan, sino que les falta un tiempo de maduración. El desarrollo es el que tú haces al trabajar la musculatura, y la maduración es la evolución natural del cuerpo y de los músculos. La maduración es la palabra más apropiada. Es como la fruta. Imagínate que a un melón tienes que meterle cinco veces a la semana un chorro de agua para que crezca más. Se desnaturaliza el melón. La naturaleza hay que respetarla".