El pasado 30 de junio, varios jugadores dejaron de estar vinculados al FC Barcelona. En ese grupo destacan Joao Cancelo y Sergi Roberto. El primero ha regresado a las filas del Manchester City tras terminar su cesión, mientras que el tercero se encuentra en libertad. El panorama de ambos para seguir en el Barça no es el más alentador, pero los dos coinciden en su deseo de jugar otro año más con la camiseta azulgrana.
Al menos así lo expresan de forma indirecta a través de sus redes sociales. Los dos jugadores, en sus respectivas cuentas de Instagram, todavía se consideran parte del FC Barcelona. En la biografía de ambos aparece reflejado el nombre del club, lo que deja claro sus intenciones --a corto plazo-- en el mercado de verano. Aunque el panorama no juega del todo a su favor.
Sentenciado por Flick
El caso de Sergi Roberto es el más complicado. Fue sentenciado por el propio Hansi Flick en su presentación oficial como entrenador del Barça. "Yo creo que no es un jugador del Barça ahora mismo", ha afirmado el técnico alemán sobre el futuro del centrocampista de 32 años.
Tras finalizar el curso 23-24, los agentes del canterano azulgrana se reunieron con Deco y los miembros de la comisión deportiva en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Como ya hemos explicado en Culemanía, durante la cumbre, el director del área de fútbol prometió a los representantes del jugador que renovarían al capitán. Sin embargo, la llegada de Flick al banquillo culé ha cambiado por completo el orden de prioridades del mercado de verano.
La última prioridad
Más optimista se siente Joao Cancelo sobre regresar al FC Barcelona. El plan de Joan Laporta es repetir la cesión del lateral portugués, aunque el Manchester City se mantiene firme en su intención de vender definitivamente al jugador en este mercado de fichajes. El problema es que el Barça mantiene a Nico Williams y Dani Olmo como los grandes objetivos de verano.
Deco intentará convencer al Manchester City para que prorrogue la cesión de Cancelo. Flick, espera noticias. Al entrenador alemán le gustaría tener a Jeremie Frimpong, del Bayer Leverkusen. Su precio es de 40 millones de euros y el director deportivo tiene claro que no invertirá tanto dinero por un lateral. Él, además, prefiere al futbolista portugués.