El nuevo técnico del FC Barcelona, Hansi Flick, ha tomado las primeras decisiones de peso sobre el primer equipo azulgrana con el director deportivo, Deco. Entre los dilemas por resolver destaca el overbooking de defensores. El Barça tiene seis centrales en nómina, siete zagueros si finalmente Mika Faye sube al primer equipo. El central senegalés tiene las de perder ante el interés de equipos como el Oporto. A finales de junio tampoco hay espacio en la disciplina del técnico alemán para Iñigo Martínez.
La petición expresa de Xavi Hernández para el perfil zurdo del eje se aleja por motivos económicos --y deportivo--. Pese a percibir un cuantioso contrato de 9 millones de euros brutos por temporada, el ex del Athletic Club no ha tenido la continuidad deseada. En cambio, la opción de mantener a Éric García gana peso. Así lo ha desvelado el periodista Fernando Polo. El magnífico año del defensor catalán en las filas del Girona FC ha convencido a la entidad catalana, a falta del visto bueno definitivo de Flick.
Faye, a la espera
Por partes. Mika Faye está a la espera de conocer si subirá al primer equipo azulgrana en la temporada 2024-25. Las fuentes consultadas por Culemanía aseguran que si la perla de 19 años se tuviera que quedar otro año en el filial, haría las maletas. Después de 33 partidos y 4 goles en Primera RFEF, queda demostrado que la categoría de bronce le queda pequeña al central. De ahí que considere subir otro escalón hacia el fútbol profesional.
Y puede ser de la mano del Oporto. El club portugués se ha reunido en la última semana con sus homólogos catalanas y les ha enviado una primera oferta. Sin embargo, la propuesta no alcanza los 15 millones exigidos por la entidad barcelonista. Los dragones quieren comprar un porcentaje de los derechos del defensa para eludir dicha cifra. Por su parte, la petición azulgrana también incluye una opción de recompra, como en el pasado traspaso de Nico González.
Éric García es el fichaje
El panorama se despeja para Éric García. El canterano del Barça tiene el interés del Girona para su regreso. Sin embargo, el año de doctorado en Montilivi puede bastarle para permanecer en el Camp Nou. En 30 partidos de Liga se ha convertido en el defensa más goleador tras celebrar cinco dianas esta temporada 2023-24. Más allá de su faceta realizadora, el central de 23 años ha destacado en salida de balón y una sorprendente polivalencia: central, lateral derecho y pivote.
Iñigo representa la otra cara de la moneda, castigado por el fair play financiero. El Barça inscribió la ficha del zaguero oriundo de Ondarroa solo para el curso 23-24. Por lo tanto, tendría que encajar nuevamente los 9 millones brutos anuales de cara al tramo 24-25. Un hecho altamente improbable, dado el nulo margen salarial y el rol secundario del jugador: 25 partidos oficiales, 16 de titular y 9 como suplente.