El ciclo ganador del Real Madrid no cesa. Parecía que la etapa más laureada en Europa del equipo merengue ya formaba parte del pasado. Pero la realidad es que el club presidido por Florentino Pérez ha levantado cinco de las últimas diez Champions Leagues. El Barça, apenas una. El FC Barcelona, sumido en una profunda reconstrucción económica y deportiva, dista de aquel equipo que competía por todo. Sin embargo, la triste realidad es que el eterno rival azulgrana siempre cae de pie.
El Borussia Dortmund ha tenido contra las cuerdas a los pupilos de Carlo Ancelotti. Aun así, un ejercicio de resistencia colectiva y la fortuna --el equipo alemán falló goles cantados-- le han brindado el decimoquinto trofeo de la máxima competición continental a la entidad blanca. Y se supone que los valores jóvenes de la plantilla como Jude Bellingham, Vinicius Jr, Aurélien Tchouameni, Eduardo Camavinga o Rodrygo Goes todavía deben crecer y exhibir su mejor versión en un futuro.
La décima, el punto de partida
En cambio, la suerte no sonrió al cuadro barcelonista ni en su mejor etapa en 125 años de historia. El Barça de Pep Guardiola y Leo Messi naufragaba de todas formas, porque la meritocracia no siempre decantaba la balanza del costado catalán. Con el genio de Santpedor en el banquillo se levantaron dos Orejonas en cuatro temporadas. El mismo número que el Real Madrid entre 2021 y 2024. La diferencia es que la plantilla madridista, en transición y crecimiento, ha igualado la cosecha de títulos en Europa del mejor FC Barcelona.
El dolor de cabeza perpetuo dio comienzo a partir de la décima Champions en las vitrinas del Santiago Bernabéu. La temporada 2013-14, el Atlético de Madrid rozó la gloria europea, pero no pudo contener el asedio madridista hasta el pitido final. Un cabezazo de Sergio Ramos empató la contienda y los pupilos del Cholo Simeone, verdugos del Barça en los cuartos, se hundieron en la prórroga (4-1). El tridente integrado por Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale empezó a carburar aquel curso.
2015, un paréntesis azulgrana
Luis Enrique fue el único capaz de arrojar luz a la oscuridad. Los culés disfrutaron de un Barça campeón en Europa en 2015 por última vez. De forma incontestable, el cuadro catalán se deshizo del mejor rival de cada gran liga europea. En octavos, el Manchester City. En cuartos, el Paris Saint-Germain. El Bayern de Múnich de Pep Guardiola en semifinales y la Juventus en la final (1-3). El Real Madrid cayó eliminado en las semis ante la escuadra de Massimiliano Allegri.
La orejona redondeó la conquista del segundo triplete en la historia de la institución. Un año después de bautizar a la BBC, la MSN equilibró la balanza. El tridente atacante formado por Leo Messi, Luis Suárez y Neymar Jr convirtió 122 goles en la campaña 2014-15.
Triennio madridista
Sin saberlo, sería el principio del fin. Ni el mejor trío de delanteros en la historia pudo evitar tres Champions seguidas del Real Madrid. Zinedine Zidane, entrenador novicio, cogió las riendas en Chamartín en enero de 2016 como sustituto de Rafa Benítez y se llevó la Orejona a los seis meses. El Atleti volvió a rozar la gesta (1-1), pero perdió en la tanda de penaltis. Sergio Ramos anotó el gol madridista en fuera de juego. Se repitió la historia de 2014 entre equipos españoles, pues el club colchonero apeó al Barça de Leo, Ney y Lucho en cuartos de la edición 15-16.
En la campaña 16-17, el Madrid reeditó el éxito europeo, tampoco exento de polémica. La plantilla madridista eliminó al Bayern en cuartos con dos goles de Cristiano en fuera de juego. Con esto, las decisiones arbitrales no influyeron en la cómoda victoria de la final contra la Juventus (1-4). ¿Y el Barça? La famosa remontada frente al PSG (6-1) quedó en agua de borrajas. La Vecchia Signora echó al equipo de Luis Enrique en cuartos (3-0).
Pero la etapa más traumática para el culé todavía estaba por llegar. El barcelonismo sufrió el denominado desastre de Roma (3-0) en los cuartos de final de la Champions 2017-18. El equipo giallorrosso remontó una desventaja de tres goles con una plantilla inferior y menos argumentos futbolísticos. El factor psicológico apuntilló al conjunto de Ernesto Valverde en el primer año del txingurri. Paralelamente, el Real Madrid se adueñaba de su entorchado número 13 en la despedida de Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane contra el Liverpool (3-1). Dos errores de bulto del guardameta Loris Karius sirvieron el trofeo en bandeja al campeón.
El Madrid sin Cristiano
Sin Cristiano, máximo goleador en la historia madridista, el club blanco atravesó tres años de transición y resultados discretos en competición europea. Tanto en la edición 2018-19 como en la 19-20, el transatlántico merengue naufragó en octavos, a manos del Ajax y el Manchester City, respectivamente. En la 20-21, el Chelsea dinamitó el sueño merengue en semifinales.
No obstante, en la 21-22, con el equipo todavía en construcción, se obró el milagro. Sin reflejar un juego superior a ningún rival en la fase final, los hombres de Carlo Ancelotti alzaron la Champions número 14. El nivel sublime de Thibaut Courtois bajo palos y el liderazgo de Karim Benzema en el área rival fueron cruciales. El esfuerzo defensivo permitió imponerse al Manchester City en semifinales con dos goles in extremis de Rodrygo que forzaron la prórroga (3-1). Un solitario tanto de Vinicius con fuera de juego del delantero francés valió un título ante el Liverpool (0-1).
En 2023, el City de Pep se cobró su venganza en semifinales. Pero fue un mero espejismo. Y es que en la presente edición 2023-24, los citizens no fueron capaces de perforar la portería más de una vez, también en semifinales, durante el partido de vuelta (1-1). El Madrid más amarrategui y conservador alcanzó exhausto la tanda de penaltis, donde la lotería de las penas máximas expulsó al club inglés. El desenlace ante un Dortmund combativo y gran revelación, el mismo que las anteriores finales: la decimoquinta.
El Barça sin Messi
A lo largo del trayecto hasta 2024 no ha aparecido el nombre del Barça en el camino madridista. Lo cierto es que el equipo azulgrana no ha tenido la oportunidad de disputarle a su máximo rival español un título de la Champions League. Ni la mejor versión de Messi pudo evitar el desastre de Anfield en las semifinales del curso 18-19 (4-0).
La pulga también formó parte de la sonrojante derrota frente al Bayern de Múnich en los cuartos de la edición 19-20 (2-8). En la 20-21, un FC Barcelona asolado por la crisis económica y deportiva se vio superado por el PSG y dijo adiós a la Champions en octavos.
Parecía que la pesadilla no podía empeorar. Pero la etapa postMessi resultó desoladora en competiciones europeas. El Barça de Ronald Koeman y Xavi Hernández se quedó fuera de la Champions 21-22 en fase de grupos, por primera vez desde la edición 2000-01. El final trágico se repitió en la temporada 22-23, con fichajes de relumbrón como Robert Lewandowski, Jules Koundé y Raphinha. En el curso 23-24 se ha dado un paso adelante con la consecución de los cuartos, pero la transición en Can Barça --por motivos institucionales y económicos-- sabe diferente que en el Santiago Bernabéu.
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