El Real Madrid ha jugado una primera parte esperpéntica en la final de la Champions League (0-0). Wembley ha expuesto las vergüenzas del equipo dirigido por Carlo Ancelotti. El conjunto blanco se ha quedado atrapado en la telaraña defensiva construida por el Borussia Dortmund. Inoperante en ataque, el conjunto blanco no ha conseguido tirar a puerta antes del descanso. Por contra, el equipo alemán ha fallado tres goles cantados que podría pagar caros. Un tiro al palo de Niclas Füllkrug y dos ocasiones manifiestas en las botas de Karim Adeyemi.

Y no solo mediante transiciones, los hombres de Edin Terzic las han tenido de todos los colores. Primero, en el minuto 21, Adeyemi ha dejado en evidencia a toda la zaga madridista con un desmarque al espacio. El atacante ha regateado al guardameta Thibaut Courtois, pero se ha quedado escorado y Dani Carvajal ha llegado a bloquear el intento de definición.

Lejos de ser un despiste aislado, en el minuto 24 el lateral Ian Maatsen ha retratado a toda la defensa blanca, replegada en el área. El carrilero se ha internado hasta la frontal, donde ha visto el desmarque de ruptura de Niclas Füllkrug. Desafortunadamente, el delantero alemán ha ajustado en exceso su tiro raso cruzado, escupido por el palo. La jugada ha muerto tras pasearse el balón por la línea.

Baño alemán sin premio

Por si esto fuera poco, Adeyemi ha vuelto a perforar como un puñal la retaguardia rival en el minuto 28. El extremo de 22 años ha culminado un contraataque mediante otro disparo cruzado, desviado ligeramente por Thibaut Courtois. Lo suficiente para que el bote no le quede en posición propicia a Füllkrug, que no ha impactado correctamente con el balón rebotado.

Karim Adeyemi se lamenta tras fallar una ocasión clara contra el Real Madrid EFE

Marcel Sabitzer ha rubricado el asedio sin premio en el minuto 41. El mediocampista ha probado suerte de media distancia con un tiro centrado, pero traicionero. Courtois se ha quitado el cuero de encima y ha asegurado el empate, la mejor noticia para el Real Madrid tras una primera mitad nefasta. Aun así, es sabido por todos que el ganador de 14 Champions no necesita méritos para coronarse a la postre.

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