Hansi Flick convenció a Deco. El nuevo entrenador del FC Barcelona se reunió con el director deportivo en Londres. En la capital británica, acabó de sentenciar a Xavi Hernández en el banquillo. El técnico alemán cree que puede sacar un mayor partido de la plantilla azulgrana. Aunque también cree que es necesario algún refuerzo.
El objetivo número uno de la secretaría técnica es fichar a un centrocampista posicional. Alguien que, de una vez por todas, releve a Sergio Busquets, que ha dejado un vacío abismal. Dos nombres encabezan la lista de Deco: Martín Zubimendi y Joshua Kimmich. Flick jugará sus cartas para incorporar al mediocentro alemán.
Viejos conocidos
El míster teutón conoce a la perfección a Kimmich. Lo ha entrenado en el Bayern de Múnich y en la selección absoluta de Alemania, en su última etapa, en el Mundial de Qatar, y anteriormente como asistente de Joachim Löw. En el gigante de Baviera logró un sextete. Y Kimmich era el líder del equipo.
El poder de la palabra será decisivo. El actual mediocentro del Bayern acaba contrato el año que viene. Por tanto, podría salir por un precio moderado, alrededor de los 40 millones, acordes a la temporada que le queda por convenio. Un gran factor a tener en cuenta es que Kimmich no tiene representante. Las conversaciones entre entrenador y jugador serán muy importantes.
Presentación del proyecto
Laporta ha apostado por la escuela alemana. Flick deberá presentar este proyecto a un Kimmich que, en la última temporada, ha estado muy disgustado en su actual equipo y quizás prefiera un cambio de aires. El jugador del Bayern quedó muy contento con la dirección de Hansi. Jugó de pivote, acompañado de Thiago Alcántara. De lateral derecho cuando se lesionó Benjamin Pavard. Es un futbolista polivalente.
La situación de Kimmich es calcada a la de Robert Lewandowski cuando fichó por el Barça. Para hacer posible su incorporación, lo primero es situarse en la norma del 1/1 --por la que cada euro en ventas, se pueda usar la misma cantidad para inscribir--. La llegada del mediocentro no será nada fácil. Pero Hansi Flick tiene la llave para hacer realidad su traspaso.