Empieza la cuenta atrás para terminar de deshojar la margarita sobre el futuro de Xavi Hernández en el FC Barcelona. El técnico catalán y el club azulgrana se reunirán a partir de este miércoles 24 de abril para abordar definitivamente una decisión sobre su futuro. Existe una mínima posibilidad de que el entrenador del primer equipo acepte cumplir su contrato con el Barça hasta 2025. Pero queda supeditada a satisfacer tres peticiones en el mercado de fichajes: Joshua Kimmich, Bernardo Silva y un lateral --Joao Cancelo, en la pole--.
Esta vez sí, Xavi pretende que desde la dirección deportiva Deco contrate a los jugadores prioritarios en la lista de futuribles para elevar el nivel del conjunto barcelonista. Nada de alternativas low cost, una solución que no surtió efecto con la llegada de Oriol Romeu como relevo de Sergio Busquets. Es más, los futuribles en la lista de la compra del estratega egarense son viejos anhelos cuyos fichajes no han llegado a prosperar por motivos económicos.
Kimmich, el pivote
Precisamente, es el obstáculo financiero la gran traba para colmar las expectativas de Xavi con la plantilla del Barça 2024-25. En parte, al míster lo excusa este curso una nómina de efectivos en el primer equipo que él no había planeado inicialmente. El propio entrenador había convencido a Joshua Kimmich para vestir de azulgrana, pero la imposibilidad económica de asumir el coste de traspaso dinamitó la operación. En su defecto, aterrizó Romeu.
El centrocampista alemán tiene contrato en vigor hasta junio de 2025 y se plantea como nunca separar sus caminos con el Bayern de Múnich. La consecución del último objetivo con vida, la Champions League, y la contratación del técnico sustituto de Thomas Tuchel, condicionarán la decisión del mediocentro de 29 años.
En caso de rechazar la oferta de renovación, en el Allianz Arena optarán por venderlo este 2024, con la incertidumbre de la situación financiera del Barça. El cumplimiento de los presupuestos y un nuevo acuerdo de patrocinio con Nike determinarán si la entidad presidida por Joan Laporta puede regresar a la regla 1:1 en la ventana de traspasos.
Bernardo Silva, el salto de calidad
En el último tercio de ataque, Xavi anhela incorporar a un malabarista menudo como Bernardo Silva. Del mismo modo, el técnico azulgrana puso todo de su parte y persuadió al volante portugués para que siguiera el mismo camino que Ilkay Gundogan. No obstante, la leyenda barcelonista se chocó de bruces con la realidad económica en Can Barça y se quedó sin el atacante deseado. El internacional portugués extendió su contrato con el Manchester City hasta 2026, en vista de que el FC Barcelona no pudo pujar por su salida.
En una reciente entrevista, Joao Félix, la gran debilidad de Laporta, reconoció que su compatriota se había interesado por el club y la ciudad: "Me preguntó por cómo se está la ciudad, por el clima. Le dije que todo bien, que se venga. Me pregunta de temas fiscales". Con dos años de vínculo por delante, el cambio de aires de Bernardo se antoja todavía más complicado que el de Kimmich.
Cancelo, el lateral
Por último, Xavi quiere acabar de una vez por todas con los parches en el lateral derecho. Jules Koundé ha desempeñado esa función a las mil maravillas, pero la operación ideada para esa demarcación tiene nombre y apellido: Joao Cancelo. La lesión de Alejandro Balde trasladó al carrilero cedido por el City a la banda izquierda. El club inglés busca hacer caja con la venta definitiva del pupilo del súperagente Jorge Mendes. Con contrato hasta 2027, su precio no sobrepasaría los 35 millones, cifra más asequible.
Si bien sus últimas actuaciones en el apartado defensivo --PSG y Real Madrid-- han dejado que desear, Joan Laporta ha abogado públicamente por su continuidad. "Mendes sabe nuestra intención de continuar con los jugadores. Lo que no puedo concretar ahora, porque dependerá mucho de los importes, es si los vamos a fichar o vamos a extender la cesión. Seguramente será una extensión de la cesión ya fijando un precio".
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