El futuro del FC Barcelona se decide en la Champions League. La separación del Real Madrid y el equipo azulgrana en Liga es de ocho puntos. Aunque aún queda el duelo directo en el Santiago Bernabéu, la remontada es complicada. En una competición corta, de pocos partidos como es la Copa de Europa, las opciones del Barça aumentan. Después de ganar a Las Palmas, Xavi Hernández y su staff se centran único y exclusivamente en el Paris Saint-Germain.
En la capital francesa, precisamente, juega uno de los futbolistas más decisivos del planeta, Kylian Mbappé. En el último partido de la liga francesa saltaron chispas entre el atacante francés y su entrenador, Luis Enrique Martínez. El crack mundial está en desacuerdo con una decisión que el míster asturiano toma en la competición doméstica de manera asidua.
Antes del PSG-Barça
En el último partido de la Ligue 1, que enfrentaba a PSG y Olympique de Marsella, Mbappé fue sustituido en el minuto 63, y en el clásico de Francia. El talentoso delantero solo ha jugado 90 minutos en los siete encuentros más recientes de la liga. Luis Enrique sacrificó a Kylian para dar entrada a otro delantero, Gonçalo Ramos, en un PSG que tenía un hombre menos desde el 40' de la primera mitad.
Cuando Mbappé fue sustituido, su equipo iba ganando por la mínima. Pese al cambio, el PSG amplió su ventaja en el marcador (0-2). La ventaja del conjunto parisino respecto al segundo clasificado es enorme, de 12 puntos. Aún así, a Kylian no le agrada pisar el banquillo, como demostró ante todas las cámaras de televisión. Tras el cambio, se marchó directamente al vestuario.
La respuesta de Luis Enrique
Evidentemente, Luis Enrique fue preguntado en la rueda de prensa posterior al partido. "Es la misma música cada semana... Es muy cansado. Soy el entrenador, tomo las decisiones cada día y haré lo mismo cada semana hasta mi último día en París. Siempre intento encontrar la mejor solución para mi equipo”, argumentó el técnico asturiano.
"Si no entiendes mis decisiones, no me importa", sentenció Luis Enrique. Los culés esperan que Mbappé no pague su cabreo con el Barça.