Fuera del FC Barcelona hace frío. Y nadie lo sabe mejor que Neymar Júnior. Todas las esperanzas de los barcelonistas estaban puestas en él para tomar el testigo de Lionel Messi en el Camp Nou. Pero el brasileño no quería ser el 11. Le gustaba más el número 10, que ya tenía nombre y apellido. La estrella brasileña anhelaba un proyecto en el que él fuera la cara principal.
El verano de 2017, Neymar abonaba los 222 millones de euros que marcaba su cláusula de rescisión para hacer las maletas rumbo a Francia. Se fue el mismo año, al mismo equipo, que él mismo humilló en la mayor remontada de la historia de la Champions League (6-1): el Paris Saint-Germain. Aquella noche saboreó la gloria, apadrinó el lema de "1% de probabilidades, 99% de fe", hizo estallar la ciudad condal, pero acabó con un sabor agridulce para Ney. Fue el héroe de una noche mágica, pero las portadas se las llevó otro. La foto del partido, sobre una valla publicitaria, admirado como un Dios en la tierra por una grada enloquecida, se la llevó Messi.
Arrepentimiento
Ni un sólo mes tardó el crack brasileño en arrepentirse de su decisión, también promovida, en gran medida, por un salario estratosférico. Desde el año siguiente en que partió hacia la capital francesa, en todas las ventanas de mercado el nombre de Neymar ha vuelto a sonar para regresar a Barcelona.
El último gran intento fue el verano pasado, pero el Barça no estaba para hacer grandes esfuerzos en materia económica. Tan solo se gastó 3,4 millones de euros en traer un parche para el centro del campo con Oriol Romeu. Pero, según publicó betevé, el club catalán trasladó una oferta formal al futbolista. El problema para su llegada, como todos los años, era el PSG, un equipo dirigido desde la arrogancia. Al-Khelaïfi no iba a permitir que la estrella que un día robó del Barça volviese al lugar donde es feliz.
Según la información publicada, el acuerdo entre club y Neymar estaba prácticamente hecho. Su llegada era factible por los 60 millones que la entidad tenía que recibir por Barça Studios. El talentoso jugador había aceptado cobrar 12 millones de euros netos, pero, primero, era imprescindible que el PSG aceptase una rescisión de su contrato. Obviamente, esto no sucedió y la única solución para salir de París fue marchar a Arabia Saudí.
Loco por venir
Neymar fichó por el Al-Hilal, uno de los equipos financiados por el gobierno de la Saudi Pro League. El fuera de serie carioca firmó hasta 2025, con un sueldo anual de 100 millones de euros netos. El PSG lo envió a un lugar donde Ney no podía molestar y en el que, pese a no estar a gusto, se llenaría los bolsillos.
Únicamente ha pasado medio año desde el traspaso y ya piensa en volver a la capital catalana. Fuentes consultadas por Culemanía, muy cercanas al fenómeno brasileño, afirman que Neymar quiere regresar al Barça cuando finalice su contrato con el Al-Hilal. Este verano, su retorno es inviable.
Volcados con Neymar
El verano pasado, cuando Neymar tenía la oferta encima de la mesa, el mandatario era mucho más favorable a su regreso que el entrenador del equipo, Xavi Hernández. El futbolista brasileño mantiene contacto con el presidente de la institución, Joan Laporta, a quien le ha comentado esta posibilidad y sus ansias por regresar, según ha avanzado Bar Canaletes.
Deco, el director deportivo, reconoció las conversaciones la temporada pasada. Su fichaje fue impedido por la tesitura del club. "Necesitábamos llegar a un acuerdo con el PSG o con los árabes, algo que no pudo ser. Era una situación en la que tendría que ser algo viable económicamente para nosotros, pero no fue posible debido a nuestra situación actual", afirmó el que un día fue centrocampista del Barça.
Laporta, por su parte, fue aún más transparente. "Intentamos fichar a Neymar. Él quería venir, pero con el fair play no se pudo", dijo en Esport 3. Sergi Roberto también indicó que había hablado con el jugador, que le comentó sus ansias por volver.
La espinita clavada de Neymar
Nada ha cambiado desde aquel entonces. Neymar sigue obsesionado con volver al Barça. Después de haber cobrado 200 millones de euros netos de Arabia, con los bolsillos llenos, el gran impedimento para ficharlo es la edad del futbolista, que llegaría con 33 años en 2025, aunque presumiblemente mejoraría a cualquier extremo izquierdo de la plantilla azulgrana.
Su compromiso es el gran interrogante, aunque después de las últimas decepciones con la selección de Brasil, Neymar podría fichar por el Barça con el objetivo de llegar en forma, precisamente, al Mundial 2026. Si el verano pasado ya sonó, el siguiente no será una excepción. El Barça vive en una espiral.