El Barça no ha esquivado la mala fortuna de las lesiones. En este parón de selecciones han caído Lamine Yamal, Alejandro Balde y Sergi Roberto. Pero siempre se puede caer más bajo. El club azulgrana ha esquivado una bala todavía más peligrosa. Y es que Neymar Jr ha sufrido su peor lesión desde sus inicios como profesional en el último encuentro de selecciones Uruguay-Brasil (2-0). El crack brasileño se ha roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y el menisco, por lo que permanecerá alejado de los terrenos de juego lo que resta de temporada.
La estancia del 10 de la canarinha en Arabia Saudí se ha convertido en pesadilla. Si bien se cubrirá de oro con un salario de unos 100 millones de euros anuales por cada una de las dos temporadas en el Al-Hilal, no volverá a pisar el terreno de juego hasta dentro de un año. Nuevo club, y misma vida. A Ney han vuelto a castigarlo los malos hábitos y la desgracia de las lesiones.
Nuevo caso Ronaldinho
En este caso, la avaricia ha roto el saco. Los 48 millones de euros brutos que se embolsaba en París no le bastaron. Y la irregularidad de Neymar en el Parque de los Príncipes causó un hastío que desembocó en su salida. De buque insignia del proyecto pasó a una pieza prescindible. Para más inri, la enésima lesión en el tobillo el pasado mes de febrero echó a perder una primera mitad de curso 22-23 más que notable, con 18 goles y 16 asistencias.
La ambición desmedida de quedarse los focos para sí solo, opacado por el brillo de Leo Messi, precipitó a Neymar hacia el declive futbolístico. Desde su marcha precipitada al PSG tras el cláusulazo de 222 millones, la estrella nacida en Sao Paulo no ha levantado cabeza. Al menos, ha brillado intermitentemente, lejos de aquella regularidad que le habría permitido asaltar el trono de Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Los malos hábitos han condicionado una forma física que se ha impuesto a la calidad superlativa que el extremo de 31 años exhibía como Ronaldinho décadas atrás.
Fichaje desgraciado
Fuera de los terrenos de juego, tampoco le trajo suerte al Barça la llegada de Neymar. Y más desdicha habría supuesto en caso de convertir los flirteos de este verano en un regreso sin el beneplácito de Xavi Hernández. Sandro Rosell tuvo que pasar en dos ocasiones por el banquillo de los acusados debido a las comisiones exorbitadas de 60 millones a N &N Consultoria Esportiva, la empresa familiar del padre del futbolista, Neymar Santos Sr.
Como guinda, Ney firmó una última renovación en junio de 2016, un año antes de su partida. Se quiso asegurar una jugosa prima de 65 millones cobrada en dos partes. Al gestarse su marcha precipitadamente, la directiva del Barça interpretó que el jugador no tenía derecho a percibir los 43,6 millones restantes de bono por firmar. La estrella del PSG demandó a la entidad catalana, y salió perdiendo, pues el juez le dio la razón al club, que ingresó 6,7 millones fruto de la sentencia.