El FC Barcelona sigue pendiente de su economía para realizar cualquier operación. Ya sea por un gran coste o un dispendio menos elevado. El director deportivo, Deco, necesita la autorización del área económica para saber qué puede hacer y qué no. La cúpula azulgrana está pendiente de encontrar un sustituto de Libero y de recibir otro pago por Barça Studios antes del 15 de junio.
Sin estos ingresos, es prácticamente imposible que el club vuelve a la norma 1-1, por la que cada euro que perciba el club pueda ser usado para inscribir a un futbolista. Además, el Barça está obligado a reducir costes para mejorar el fair play financiero. La institución se encuentra contra las cuerdas en lo económico y Deco ya ha trazado la estrategia a seguir por si no se puede fichar a nadie.
¿Kimmich? ¿Zubimendi?
La prioridad para el director deportivo es incorporar a un centrocampista posicional. La sombra de Sergio Busquets es demasiado larga, y el Barça aún no ha encontrado un sustituto a la altura. Toda la responsabilidad ahora cae sobre los hombros de Deco, que, sin saber quién será el entrenador la temporada que viene, es el indicado para configurar la plantilla.
El favorito para el actual técnico, Xavi Hernández, es Martín Zubimendi. Laporta y el director deportivo ya han expresado en múltiples ocasiones el deseo de seguir con el entrenador egarense la próxima campaña. En cualquier caso, las pretensiones de la Real Sociedad son demasiado elevadas para la economía del Barça.
Más fácil es la contratación de Joshua Kimmich. El próximo verano será el último antes de entrar en su último año de vínculo con el Bayern de Múnich, por lo que podría salir del gigante bávaro por un precio razonable. Ayuda también la frustración que vive Kimmich en Alemania. El futbolista ha estado realmente descontento con Thomas Tuchel y, aunque el entrenador germano se marcha el 1 de julio, el mediocentro podría estar dispuesto a un cambio de aires, como ya hizo Lewandowski en su día.
La solución
Ambos fichajes son complicados. El más factible es el de Kimmich como oportunidad de mercado, y si la economía del Barça finalmente lo permite. En cualquier caso, según ha podido confirmar Culemanía con fuentes del club, la solución de Deco es dar continuidad al esquema de juego actual. El plan B de Deco es seguir usando a Andreas Christensen como mediocentro posicional,
El arreglo le ha dado vida al equipo de Xavi en el tramo final de temporada. El central danés, reconvertido en centrocampista, ha dotado de equilibrio al Barça. El remedio que usaría el director deportivo es, básicamente, seguir con lo que hay. La apuesta es Christensen y un sustituto de Oriol Romeu. Deco piensa: ¿Para qué tocar la que funciona?