El aterrizaje de Edoardo Crnjar y Edmundo Kabchi, agentes de Ronald Araujo, en Barcelona ha encendido las alarmas del barcelonismo. El central uruguayo tiene contrato en vigor con el Barça hasta junio de 2026. Pero los grandes clubes europeos acechan, a sabiendas de la necesidad acuciante del equipo azulgrana, falto de ingresos. El tercer capitán quiere permanecer en el FC Barcelona. Y el Barça le ha propuesto una renovación de contrato. Pero la oferta puede convertirse en un arma de doble filo.
Fuentes del Barça aseguran a Culemanía que el jugador no está en venta. Es más, se considera indispensable. Por ende, toca trabajar en su blindaje. El zaguero charrúa se ha erigido en pilar de la defensa y ya ha sucedido a las denominadas 'vacas sagradas' en la capitanía. La pelota está sobre el tejado del jugador. Varios tiburones del viejo continente como el Bayern de Múnich siguen con especial atención la situación del futbolista de 24 años. Y el Barça quiere dejarlo bien atado para evitar un verano de sobresaltos en el mercado.
Doble intención
Según otros medios españoles, Deco y los representantes de Araujo han mantenido una cumbre de tres horas. El entorno del jugador asegura que se quedará en el club y cumplirá sus dos años y medio de contrato restantes hasta 2026. No obstante, no han dado pistas acerca de una posible extensión de contrato. Desde su última renovación, en abril de 2022, la cláusula del baluarte azulgrana ya había ascendido a la prohibitiva suma de 1.000 millones de euros.
De ahí la doble lectura: la propuesta es una forma de encarecer su valor de mercado y desprende el interés del club barcelonista. En caso de no convencerle la propuesta económica, los dirigentes del Barça terminarían las negociaciones de forma elegante de cara a la galería. Además, obtendrían una sustanciosa inyección económica.
200 millones para junio
Por otro lado, el tiempo vuela. Y no son pocos los millones que adeuda Libero Football Finance a la entidad que preside Joan Laporta. El fondo de inversión alemán incurrió en sendos impagos por valor total de 40 millones de euros, correspondientes a la adquisición del 9,7% de Barça Studios. Por si esto fuera poco, el próximo 15 de junio caduca otro vencimiento de 60 millones, pactado inicialmente con las sociedades Orpheus Media y Socios.com.
En total, el Barça debe conseguir 200 millones, porque había imputado en los presupuestos 408 millones de ingresos. No solo había declarado el 49% del que se habían desprendido como fuente de ingresos, sino también el 51% que todavía posee. Por el principio de equivalencia, esos 100 kilos pendientes de recibir se traducirían en 200. En caso contrario, se exponen a pérdidas estipuladas en esa cifra.
Sacrificio necesario
¿Cómo evitarlo? O un alma caritativa se ofrece a asumir el porcentaje pendiente de Barça Media, o bien tocará vender otros activos. Y el patrimonio ya no es una opción. El FC Barcelona no puede permitirse el lujo de hipotecar más bienes, tras el 25% de los derechos televisivos y el 49% de Barça Studios. Por ende, jugadores de peso del primer equipo pueden sacar al club azulgrana del atolladero económico. Pocas piezas más allá de Ronald Araujo y Frenkie de Jong pueden reportar los 200 millones y evitar sanciones de la Liga.
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