El Barça está tocado. Y casi hundido. Los malos resultados del equipo de Xavi Hernández tienen un impacto negativo en las cuentas del club. El presidente, Joan Laporta, tiene el reto de cerrar la temporada con superávit, sin las famosas palancas, por primera vez en el actual mandato. De momento, los números no cuadran y el máximo dirigente asume que deberá cerrar un traspaso millonario antes del 30 de junio.
Laporta anunció un presupuesto de 859 millones de euros de ingresos para el curso actual y una estimación de 8 millones de beneficios. La previsión del club, sin embargo, no contemplaba el impago de los 40 millones de euros que prometió Libero, correspondientes al 10% de Barça Vision. Además, se presupuestó otro ingreso de 60 millones antes del 15 de junio de 2024 que tampoco genera optimismo.
La Champions
El Barça también está pendiente de la evolución del equipo de Xavi Hernández en la Champions. En el presupuesto, el club contempló que el Barcelona llegaría hasta los cuartos de final para cubrir dicha partida. De momento, el equipo está en octavos de final, eliminatoria en la que se enfrentará al Nápoles.
Eduard Romeu, vicepresidente económico del Barça, también está pendiente de la marcha del equipo en la Liga. Desde la derrota contra el Villarreal, el club teme un importante descenso de espectadores en el Olímpic Lluís Companys.
El nuevo entrenador
En el último partido de Liga disputado en Montjuïc, contra Osasuna, el Barça regaló entradas a los socios de entre 18 y 30 años para fomentar una buena asistencia al estadio. El club informó de que 37.888 espectadores acudieron al Lluís Companys el martes 30 de enero.
El Barça, por otra parte, busca nuevos patrocinadores y nuevas alianzas, básicamente en Estados Unidos y Oriente Medio. Y también presiona a Nike para mejorar el actual contrato.
Deportiva y económicamente, los resultados parciales del Barça no son buenos. Laporta y su director deportivo, Deco, ya preparan una importante renovación de la plantilla y, sobre todo, buscan un entrenador para relevar a Xavi. El presidente sabe que necesita un técnico ilusionante para combatir el actual desánimo de la afición barcelonista.
Límite salarial excedido
Más allá de una situación económica muy precaria, con una deuda que supera los 1.200 millones de euros, el Barça tiene el límite salarial excedido y los problemas del club se multiplicarían si cierra el curso actual con números rojos. Para evitarlo, el máximo dirigente necesita una venta importante. Y el futbolista que tiene más números de ser vendido es Araujo, a quien el Bayern ya tentó en enero.
El Barça descartó una propuesta de 80 millones de euros del campeón de la Bundesliga en el mercado de invierno porque Laporta y Xavi no quisieron debilitar al equipo. El presidente, sin embargo, podría cambiar de opinión antes de que termine la actual temporada si el Bayern ofrece unos 100 millones de euros.
La salida de Araujo o De Jong
Laporta necesita que el traspaso compute en la actual temporada. El presidente sabe que Araujo es, posiblemente, el defensa más importante del Barça, pero necesita sacrificar una pieza para incorporar otras. La eclosión de jóvenes como Héctor Fort y Pau Cubarsí, ambos defensas, podría impulsar al máximo dirigente a vender al defensa uruguayo y a no renovar el contrato de Marcos Alonso. Entre ambos cobran unos 18 millones de euros por temporada. Mucho dinero, y el Barça no anda sobrado. Al contrario.