Xavi Hernández no tiene problemas internos en el vestuario del FC Barcelona. Como él mismo ha dicho en varias ocasiones --y reiteró durante su anuncio--, la "calidad humana" de la plantilla es grande, y todos buscan el mismo objetivo: ganar.
Independientemente de ello, no es ningún secreto que en cualquier equipo de máximo nivel hay roces y egos. Saber convivir con ellos no es fácil, y la relación de Xavi no es la misma con todos los integrantes de la plantilla.
Quienes más cariño le han mostrado, sobre todo en el plano público, han sido jugadores como Gavi, Pedri, Araujo, Ferran Torres o Frenkie de Jong. Después del batacazo frente al Villarreal, de hecho, varios de ellos tomaron la palabra para defender al técnico de toda culpa. Y cuando Xavi anunció que se irá a partir del 30 de junio, algunos de ellos postearon también mensajes en las redes sociales.
Discrepancias sin importancia
Con los que Xavi ha tenido más problemas, en cambio, es con futbolistas como Joao Félix y miembros del clan alemán, como Gundogan y Lewandowski. Algo que se destapó a raíz de las quejas del excapitán del Manchester City tras el clásico. Un atisbo de conflicto, sin embargo, que jamás ha llegado a estallar.
Son jugadores profesionales, y aunque no siempre han coincidido con Xavi en la toma de decisiones, la han respetado a rajatabla. Ter Stegen se ha mostrado más cercano al parecer de Frenkie y, tanto de puertas hacia afuera como adentro, ha apoyado siempre al de Terrassa. No sólo le une a él un vínculo profesional, sino también una fuerte amistad.
Se marchará con la cabeza alta
Xavi Hernández se marchará del Barça con la conciencia tranquila. Y sin enemigos en el vestuario, como sí sucedió con técnicos anteriores como Ronald Koeman o Quique Setién. La prueba de que el técnico culé, aunque no esté logrando los resultados esperados, tiene ganado el cariño y respeto de sus jugadores.