Frenkie de Jong no está en su mejor momento. El talentoso centrocampista sigue haciendo gala de su maravillosa conducción y potencia física para eludir rivales desde el fondo del campo, pero no basta con eso. A un jugador de su peso específico en el equipo hay que exigirle mucho más. Sobre todo, responsabilidad para dar la talla en los momentos delicados y arremangarse, también, en tareas defensivas.
El partido contra el Athletic Club, correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey, es la prueba de ello. Tramos de mucha personalidad para salir de la presión del rival, aunque dejando algunas acciones que condenaron al equipo. Su nula competitividad dentro del área fue lo que permitió a Sancet saltar con total comodidad para igualar el marcador en los primeros minutos de la segunda mitad.
De Jong queda retratado en el segundo gol del Athletic, pero también salió en la foto de los dos goles que el Betis marcó al Barça en la última jornada de Liga. Sus carencias o pasividad para defender balones aéreos empiezan a ser una constante muy preocupante. De las que pueden acabar teniendo consecuencias. De momento, tarjeta amarilla.