El FC Barcelona no jugó un partido brillante, sobre todo en la primera mitad. En la segunda, el ritmo subió y la entrada de los jugadores de refresco permitió al Barça conseguir la victoria ante Osasuna. Fueron varios los futbolistas que aprovecharon para reivindicarse, sobre todo aquellos que entraron desde el banquillo. Y también otros que se redimieron de sus errores en partidos anteriores.
Robert Lewandowski, pese a que falló las dos primeras oportunidades que tuvo, enchufó la tercera tras una gran combinación con Joao Félix. El delantero polaco se reconcilia con el gol justo en el mejor momento, al encadenar dos partidos consecutivos marcando y 11 goles en lo que va de curso. Es el único que ha anotado en todas las competiciones, las cuatro que ha disputado el equipo.
Máximo control en la medular
Ilkay Gundogan, por su parte, volvió a ser decisivo en la sala de máquinas y en el gol de Lewandowski, con asistencia y buen juego. Sigue confirmándose como una pieza fundamental en los esquemas de Xavi. De igual manera que otro efectivo en el centro del campo, Frenkie de Jong. El centrocampista holandés fue el amo y señor de la medular ante Osasuna. A veces le faltó clarividencia, pero es más poderoso que nadie y cuando conduce rompe líneas en conducción, con tremenda facilidad.
También en la sala de máquinas, Pedri González entró de suplente y dio al equipo lo que necesitaba en ese momento: dominio y control. Además aguantó bien la pelota, manteniendo el resultado hasta el final. Xavi dice que está para ser titular el domingo contra el Real Madrid, algo que está por ver.
Vuelta a la portería a cero
En la portería, Iñaki Peña logró cortar por fin la sangría de goles que estaba recibiendo en los últimos compromisos. Frente a Osasuna mantuvo la portería a cero, no recibió gol y paró las que tuvo el conjunto rojillo. Buena actuación de un guardameta que, pese a algunos errores puntuales, está cumpliendo.
En la parcela defensiva, Xavi volvió a la retaguardia del año pasado debido a la lesión de Cancelo, y la apuesta le dio buen resultado. Ronald Araujo fue el más poderoso en defensa; tras unos partidos a la baja, volvió a ser muy contundente e insuperable tanto por arriba como a ras de césped. Koundé y Christensen rindieron bien, y ayudaron a mantener la portería a cero. Balde, en cambio, pasó algo más desapercibido aunque cumplió su papel.
Fluidez en la delantera
En ataque, por último, Lamine Yamal se convirtió en un jugador clave en la segunda parte con su electricidad, tras sustituir al lesionado Raphinha, y fue el autor del segundo gol que le hace entrar en la historia: dosis de confianza para la joven promesa culé, que sigue progresando a pasos agigantados.
En lo que respecra a Joao Félix, llegaba al compromiso como el gran señalado y estuvo brillante durante los 30 minutos que tuvo. Veloz, haciendo carreras, ágil regateando... Estuvo a punto de marcar, y dio la asistencia del gol de la sentencia a Lamine. Ferran Torres no fue tan protagonista en esta ocasión, aunque estuvo a punto de marcar con un disparo desde fuera del área en la primera parte. Victoria del Barça, en definitiva, para seguir mejorando y afrontar con confianza la final.