Bellingham, Vinicius, Rodrygo, Fede Valverde, Rudiger, Kroos, Carvajal, Tchouameni, Camavinga, Modric... El Real Madrid ya no tiene a Cristiano Ronaldo ni a Karim Benzema, pero la plantilla que ha construido Florentino Pérez sigue siendo temible. Un equipo muy bien dotado físicamente, repleto de jugadores altos, fuertes, resistentes y muy veloces. Incluso el joven Brahim dejó constancia de su excelente condición en la semifinal contra el Atlético de Madrid, en una carrera antológica que dejó retratado a Jan Oblak.
El Barça de hoy es un equipo más humilde y mucho menos físico. Los hombres de Xavi pueden competir en técnica, y en calidad para mantener el control del balón, aunque esta ya no es una victoria segura, como lo fue durante la última década. El Madrid de ahora, no solo supera físicamente al Barça, sino que también es perfectamente capaz de disputarle el balón y, lo peor de todo, de hacer correr a los blaugranas detrás de la pelota. En el análisis a priori, las cosas pintan mal para el Barça. Todas las apuestas lo dan como perdedor.
Plantillas y plaga de bajas
El Madrid de Ancelotti, con 23 futbolistas, tiene también una plantilla más amplia que la azulgrana, valorada en 1.000 millones de euros. Además, ahora mismo cuentan con menos jugadores de baja en la enfermería: solamente cuatro (Courtois, Militao, Alaba y Lucas). El Barça empezó la temporada con tan solo 19 fichas, aunque ahora son 22 gracias a la presencia de Lamine Yamal, Fermín López y el recién llegado Vitor Roque. Una guardería. Pero es que, además, el conjunto azulgrana cuenta con seis lesionados: Ter Stegen, Cancelo, Iñigo, Marcos Alonso, Gavi y Raphinha. El valor sumado de estos jugadores asciende a los 858 millones.
Ante semejante panorama, Xavi sabe mejor que nadie el partido que debe plantear el domingo (20:00). Por ello, era de vital importancia ganar a Osasuna sin hacer esfuerzos innecesarios. Con sobriedad, sin grandes gestas, pero evitando el desgaste de prórrogas y penaltis. La primera parte del plan ha salido bien y permite dar descanso a varios jugadores clave. De hecho, el técnico egarense no dio ni un solo minuto a Vitor Roque, al que prefirió mantener en un plano oculto para que pueda suponer un factor sorpresa en la final contra el Real Madrid.
Lesiones que condicionan
La lesión de Raphinha, en caso de confirmarse, obliga a Xavi a mover ficha. Y es que puede ser hasta beneficiosa a la hora de plantear el partido. Al técnico de Terrassa no le quedará otra que buscar un sistema pensado para tener mucho control, con un centro del campo bien poblado. Mientras el Madrid juega a exhibir su despliegue físico de velocidad y potencia, el Barça debe plantear un partido de fútbol-control recuperando la esencia que el año pasado llevó al éxito.
Ello pasa por mantener la línea defensiva que jugó contra Osasuna --la misma del curso anterior-- con Koundé en el lateral derecho, Araujo y Christensen de centrales y Balde en el costado izquierdo, casi como extremo. Pero con la salvedad de que Araujo estará en la derecha para frenar a Vinicius y Koundé pasará al eje de la zaga. Y también pasa por recuperar la fórmula de los cuatro centrocampistas, que se ha perdido desde el fichaje de Joao Félix.
Defensa clásica; medular súper poblada
Con Cancelo lesionado --coincide con el regreso a la portería a cero--, no hay duda sobre el planteamiento defensivo de Xavi. Con Joao Félix castigado y Raphinha lesionado, lo normal es que tampoco haya muchas dudas sobre la fórmula de ataque. Pero las hay: Ferran Torres o Lamine Yamal. Sea quien sea el elegido para la banda derecha, lo normal es que Xavi priorice un partido con cuatro centrocampistas: De Jong, Gundogan, Sergi Roberto y Pedri. El canario podría ocupar esa posición de falso extremo izquierdo, colaborando mucho más que Ferran o Félix en la creación, pero con su capacidad innata de hacer magia cerca del área.
El plan pasará por mantener el pulso físico durante la primera hora y tratar de sorprender a partir del minuto 60. Por ello puede tener más sentido empezar con la mordiente de Ferran Torres en la derecha, para generar desgaste al rival y acompañar a Lewandowski en un partido de mucho control con ese medio campo súper poblado. Y dejar para el segundo tiempo la entrada de los factores sorpresa como Joao Félix, Lamine Yamal, Vitor Roque y, si fuese necesario, el arrojado Fermín López. Jóvenes perlas que pueden servir como revulsivos o como mero oxígeno para tratar de asegurar un primer título que se antoja difícil, pero no imposible.