Al FC Barcelona ha vuelto a salirle cruz con la actuación arbitral en Vallecas, durante la jornada 14 de Liga. Dos posibles penaltis no señalados por José Luis Munuera Montero en el Rayo Vallecano-Barça le han costado a los pupilos de Xavi Hernández el empate (1-1). Es la enésima vez en la que el colegiado se convierte en protagonista no deseado de un encuentro del conjunto catalán. Desde el estreno de Liga, en Getafe, ni la fortuna ni la lógica del reglamento están del lado azulgrana.
Empecemos por el principio, el polémico empate en el Coliseum Alfonso Pérez (0-0) con 26 minutos de prolongación eternos entre las dos partes. César Soto Grado expulsó a Xavi por protestas ante el Getafe, tras faltas al límite de la normativa de hombres azulones como Damián Suárez o Gastón Álvarez --que desquició a Raphinha para provocar la agresión y expulsión del extremo brasileño--.
Agosto nefasto
El árbitro principal falló en la interpretación de un penalti flagrante sobre Ronald Araujo en los minutos de añadido por una mano anterior e involuntaria de Gavi, cuyo movimiento con el brazo proviene de un agarrón. El colegiado señaló la mano de Gavi erróneamente e invalidó el derribo posterior de Juan Iglesias al central charrúa.
En la segunda jornada, el Barça padeció imprecisiones de la misma magnitud, aunque pudo vencer al Cádiz (2-0). Lamine Yamal sufrió un empujón de Javi Hernández en el minuto 5 dentro del área. Pero Alejandro Muñiz Ruiz lo catalogó de insuficiente, como otro agarrón de Luis Hernández a Robert Lewandowski.
Otro error clamoroso pudo haber influido negativamente en el resultado del Villarreal-Barça (3-4). En esa ocasión, el VAR ratificó un gol de Alexander Sörloth al tirar la línea del fuera de juego tomando de referencia la rodilla del delantero noruego. No obstante, la cabeza del futbolista --otra parte del cuerpo con la que podía jugar el balón-- estaba más adelantada y habría invalidado el 2-2 parcial.
Septiembre de tregua
Las únicas veces en las que la suerte sonrió al Barça fueron las victorias ante Osasuna (1-2) y Celta (3-2). Miguel Ángel Ortiz Arias pitó un penalti sobre Lewandowski en El Sadar por cogerlo del brazo Alejandro Catena. El contacto existió, con una intensidad insuficiente para derribar al ariete polaco, pero el defensor se desentendió del balón.
En la visita del conjunto gallego al Estadi Olímpic, Mario Melero López y el VAR desestimaron un posible penalti a Jonathan Bamba debido a un forcejeo con Gavi, que irrumpió desde atrás. Del mismo modo que la anterior acción mentada, también es interpretable el contacto.
El resultado destacó más que las actuaciones arbitrales en los duelos frente a equipos andaluces: Barça-Betis (5-0) y Barça-Sevilla (1-0). Sí que le negó la victoria el VAR al cuadro catalán en el empate ante el Mallorca (2-2). Lamine Yamal cayó en el área por una entrada de Copete. Carlos Muñiz Muñoz señaló el penalti, pero los árbitros en la sala de videoarbitraje rectificaron su decisión, al no haber contacto y considerar que el extremo de 16 años había fingido la caída.
Octubre decisivo
Más caras le salieron las actuaciones arbitrales al Barça en octubre. La victoria contra el Athletic Club se saldó sin decisiones controvertidas, pero los tropiezos en Granada y en el clásico se gestaron sumidos en la polémica.
El conjunto barcelonista habría repetido la gesta de remontar dos goles en contra si Carlos del Cerro Grande no hubiera anulado el gol de la victoria a Joao Félix por un fuera de juego posicional de Ferran Torres. El delantero valenciano no tocó el balón, pero el portero André Ferreira se movió de su lugar y dejó el segundo palo libre, por donde el atacante portugués introdujo su remate.
En el clásico, otro penalti birlado. Aurélien Tchouameni agarró con los dos brazos a Araujo. En vez de saltar para rematar de cabeza un centro, el central uruguayo cayó sobre el césped por la infracción del mediocampista francés. Tanto Jesús Gil Manzano como el VAR hicieron la vista gorda.
El espectáculo en Vallecas
Poco a destacar por la parte arbitral en los triunfos del Barça en Anoeta (0-1) y contra el Alavés (2-1). Joao Félix cayó dentro del área en el campo de la Real Sociedad, pero se fue al césped cuando ni siquiera lo había tocado el defensa. Y Pedri sufrió un pisotón de Rubén Duarte en el tobillo derecho que podría haber significado la expulsión para el capitán alavesista. Con esto, el árbitro Mateo Busquets Ferrer solo enseñó la tarjeta amarilla.
En Vallecas, ni agresión señalada de Florian Lejeune a Lewandowski dentro del área ni penalti a Raphinha por patada del Pacha Espino. La llave de judo del central francés al ariete ha tenido lugar sin el balón en juego. Por su parte, el extremo brasileño ha intentado rematar un pase filtrado, pero ha recibido la falta por detrás del lateral uruguayo, que en ningún momento ha tocado la pelota. Dos contactos flagrantes, y dos penas máximas más negadas al Barça.